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Interrogantes y afirmaciones acerca de maestras y maestros investigadores
Este texto pone en escena algunas problematizaciones existentes sobre la investigación educativa y pedagógica que realizan los y las maestras.
Al investigar el orden social transformo el orden social y me transformo yo. La transformación que se opera en mí es la medida de la transformación que se opera en la sociedad. Como la sociedad es un conjunto autorreflexivo, puede ponerse en correspondencia con una de sus partes (que soy yo).
“Un sujeto en proceso es la única medida de un proceso social”. ¿Cuáles son las concepciones predominantes sobre la investigación en educación y pedagogía? ¿Cómo se relacionan los maestros con la investigación en educación y pedagogía? ¿Cuál es la relación y cuáles los alcances cuando se crean articulaciones entre las prácticas educativas y pedagógicas y la investigación pedagógica? ¿Acaso son incompatibles las prácticas pedagógicas con las prácticas investigativas? ¿Cuál es la noción de maestro que tienen aquellos que afirman tal incompatibilidad? ¿Cómo se ha posicionado la expresión maestro-investigador? ¿En qué escenarios investigan los y las maestras?
Éstos y otros interrogantes hacen parte de las discusiones y reflexiones de este texto, discusión que amerita ponerse en la agenda del debate entre las comunidades de maestros, grupos de investigación y Facultades de Educación.
Partimos de reconocer que es usual encontrarnos con la tensión entre las prácticas educativas y pedagógicas y la práctica investigativa. Tensión irresoluta para un buen grupo de investigadores cuando se trata de reconocer la investigación educativa y pedagógica adelantada por los y las educadoras, pero que en el caso de otras tradiciones investigativas y de algunos formadores de maestros, se ve como una acción necesaria e inherente a su propio quehacer y como camino válido para la producción de saber y conocimiento pedagógico que genere y agencie transformaciones educativas y pedagógicas.
Frente a la consideración de si los y las educadoras de educación preescolar, básica y media hacen investigación educativa y pedagógica, podríamos situar al menos tres posiciones: La primera plantea que las investigaciones que realizan los y las maestras aluden a simples ejercicios de indagación en los que se hace uso de ciertas herramientas propias de la investigación pero sus hallazgos no comportan un estatuto de “cientificidad”.
Sobre esta posición se crea una tensión que desde nuestro punto de vista está sesgada por una mirada unívoca de la investigación y que nos convoca a preguntarnos sobre la noción, el sentido y el alcance de la investigación educativa y pedagógica. ¿Acaso, existe una única modalidad para hacer investigación, o se esperan resultados homogéneos? O, por el contrario, ¿será que podemos hablar de niveles y modalidades de investigación y por tanto de diferencias en los hallazgos y producciones?
Lea el contenido completo en la revista Educación y Ciudad del IDEP.
*Las opiniones expresadas en esta columna son responsabilidad estricta del autor.- 63 lecturas