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La evaluación de los aprendizajes en Bogotá
En los últimos tiempos todas las políticas internacionales y nacionales en educación han centrado sus propósitos en obtener información sobre los procesos de enseñanza y aprendizaje.
Sin embargo, estos esfuerzos se han convertido en un discurso oficial que informa sobre los resultados de las pruebas externas y la comparación con los resultados en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), sin trascender necesariamente a la reflexión sobre los posibles usos que puedan darse a esos resultados en articulación con los procesos de evaluación que se dan al interior de las instituciones educativas.
En tal sentido, la evaluación como tema central del currículo y de la didáctica, inscrito en el campo intelectual de la pedagogía sigue siendo una ‘caja negra’ de la que solamente se habla al finalizar el año cuando se enfrenta el tema de la promoción y la deserción a la luz del Decreto 1290 que regula el Sistema Institucional de Evaluación en cada colegio.
Esta fue una de las razones que llevó a la Secretaría de Educación del Distrito, en un esfuerzo conjunto con el Instituto para la Investigación Educativa y el Desarrollo Pedagógico (IDEP), a realizar un estudio piloto sobre buenas prácticas de evaluación en 30 instituciones distritales, con el fin de caracterizar su sentido y valorar su significado en el contexto de aula y en sus relaciones con los procesos de enseñanza y aprendizaje.
Se trataba de describir las prácticas pedagógicas y su relación con la evaluación en el contexto del aula y de la Institución para interpretarlas y valorarlas de acuerdo con criterios innovadores que se preguntaban por las relaciones entre teoría y práctica, entre didáctica y evaluación, entre currículo, proyecto educativo institucional y formas de evaluación, entre legislación y apropiación de saberes sobre los procesos de aprendizaje, para construir como un gran espejo que permitiera mirar el quehacer de los maestros desde la complejidad de los procesos y no solamente desde las informaciones externas.
Acerca del marco conceptual
Se diseña y realiza así la primera fase de uno de los estudios más completos, rigurosos y de impacto que se hayan hecho en este campo en los últimos años y que servirá para construir una línea de base que conduzca a generar políticas distritales para el apoyo y fortalecimiento de los procesos de evaluación en todas las instituciones de Bogotá.
Completo porque en su desarrollo se elaboró un marco conceptual amplio y profundo que da cuenta de los desarrollos históricos de la evaluación como categoría de análisis, sus corrientes, tensiones y objetos, sus clases y sus enfoques así como la importancia de la evaluación cualitativa, diagnóstica y formativa orientada siempre al mejoramiento de los procesos tanto de enseñanza por parte del maestro como de aprendizajes por parte de los estudiantes.
Las últimas corrientes de la evaluación como mediación, como retroalimentación, como relación con la didáctica, como autorregulación, son presentadas y puestas como referentes conceptuales para la comprensión de las prácticas de aula.
Completo también porque un equipo de investigadores hizo un estudio comparado sobre políticas de evaluación de aprendizajes en cinco países: Argentina, Chile, Ecuador, Uruguay y México para confrontarlo con lo que pasa en Colombia, y en el Distrito, lo que permitió el reconocimiento de tendencias y enfoques comunes así como particularidades y resistencias, propuestas nuevas y tipos de organización para su desarrollo.
Para cerrar el abordaje teórico se consultaron doce expertos en los ámbitos internacional y nacional, con el propósito de identificar su criterio con respecto a las características, tendencias y enfoques de las buenas prácticas en evaluación, a fin de contrastar con los elementos conceptuales y con los hallazgos derivados de las buenas prácticas caracterizadas en las instituciones distritales.
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