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Polarización y paz

Los ejercicios de debate en el aula son un paso ideal para construir una nación en paz

Agosto 29, 2016

Mi Facebook parece un campo de batalla por estos días. El proceso de paz, la homofobia, las cartillas en los colegios y la adopción de niños por parte de homosexuales son algunos de los temas que nos tienen divididos como colombianos. Y esto era de esperarse, pues Colombia es ante todo diverso. Nuestro territorio lleno de montañas, playas, bosques, llanuras, desiertos y más, es ciertamente el caldo de cultivo para tener gente de todos los colores y sabores.

En nuestras aulas, los ejercicios de debate deberían ser más frecuentes y estructurados. Debemos aprender a discutir y enfrentar al que piensa diferente de una manera no solo respetuosa, alejada del insulto mezquino, sino que, además sea lo suficientemente íntegra para sustentar opiniones con razones y argumentos que vayan más allá de lo emocional.

Lo que me preocupa no es en realidad la diversidad y diferencia de opiniones, pues pienso que esa es una situación en cierta forma saludable. Un país donde la opinión sea demasiado igual, esconde quizás cierto dejo de represión y censura. Por ello, las manifestaciones a través de medios tan públicos como las redes sociales son de cierta forma, una señal de equidad.

Sin embargo, la diversidad y la sana expresión de opiniones se ve empañada por una actitud pobre y un debate a ratos casi primitivo, que deja mucho que desear de algunos. He visto comentarios construidos con argumentos, derribados a punta de insultos y ataques personales que no tienen sentido. También he notado muchas amenazas del tipo “Si no le gusta pues no sea mi amigo en Facebook” o “Comentario con el que no esté de acuerdo, será eliminado”. Ciertamente mi Facebook no es la más muestra más representativa de los 47 millones de colombianos, pero veo esto como un síntoma de incapacidad de discutir con argumentos y confrontar opiniones diferentes.

En nuestras aulas, los ejercicios de debate deberían ser más frecuentes y estructurados. Debemos aprender a discutir y enfrentar al que piensa diferente de una manera no solo respetuosa, alejada del insulto mezquino, sino que, además sea lo suficientemente íntegra para sustentar opiniones con razones y argumentos que vayan más allá de lo emocional. Basta con leer algunos comentarios en cualquier noticia de cualquier medio nacional, para darnos cuenta de lo poco sustentadas que están algunas posturas y de la gran desinformación que existe.

Al mismo tiempo, el mejorar los índices de lectura contribuye a que exista una nación no solo más educada, sino también más democrática. Debemos plantear ejercicios de debate donde exista un espacio de lectura y búsqueda de información, para que nuestros estudiantes entiendan que pensar es un ejercicio que requiere argumentos y contexto. Solo con esta noción del debate constructivo e informado, empezaremos a construir un país en paz en la era del posconflicto.

*Las opiniones expresadas en esta columna son responsabilidad estricta del autor.
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Escrito por
Comunicadora social y periodista
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Carlos Enrique Sánchez Santamaria
Gran Maestro Premio Compartir 2011
Con el apoyo de las tecnologías logré que los estudiantes convirtieran el pasado de exclusión que vivió éste municipio lazareto en un pretexto para investigar, conocer la historia y conectarnos con el mundo.