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Respuestas sin pregunta

"Según las experiencias analizadas en el área, encontramos que el lugar de la tecnología en las prácticas pedagógicas que llevan a cabo los profesores colombianos se evidencia con una marcada ausencia de reflexión crítica, un 84% así lo confirma. Esto significa que el ingreso de tecnologías a las aulas y a las propuestas de enseñanza no pasan necesariamente por preguntas que se relacionan con un por qué y para qué, sino que la integración es espontánea y anudada, por lo general, a los temas teóricos que los profesores abordan con los estudiantes"1.

Abril 7, 2015

El mundo está lleno de preguntas sin respuesta que nos estimulan a indagar, inventar, aprender y movernos hacia adelante con una visión de lo que buscamos, así todavía no lo hayamos encontrado. Las preguntas generan investigaciones científicas, la curiosidad por lo desconocido impulsa aventuras formidables, y con frecuencia las preguntas interesantes engendran otras que mantienen vivo nuestro deseo de inquirir aún más.

En contraste, las respuestas sin pregunta tienden a ser esfuerzos en vano, golpes al vacío, paños de agua tibia que no conllevan a solucionar los asuntos que pretenden abordar. De acuerdo al análisis de las propuestas del Premio Compartir al Maestro sobre “¿Cómo enseñan los maestros colombianos en el área de tecnología e informática?”, publicado en 2013, en una gran mayoría de los casos estudiados el ingreso de las tecnologías al aula está tratando de responder a intereses personales o lineamientos institucionales sin antes hacerse las preguntas clave para que las respuestas, en este caso estrategias de integración de las TIC, tengan sentido.

Este hallazgo coincide con datos recopilados en 10 países de América Latina donde la evaluación de impacto de las Aulas Fundación Telefónica, que lideré hace unos años, hacía evidente que el foco de los docentes estaba más centrado en las herramientas de moda que en un propósito didáctico o una reflexión pedagógica de fondo.

Entonces me pregunto ¿qué ha llevado a tantos docentes latinoamericanos a tratar de dar respuesta con la inclusión de tecnologías a preguntas que ni se han hecho? y ¿qué preguntas sería fundamental hacerse cuando se trata de incorporar las TIC a la educación? Ciertamente preguntas básicas como ¿por qué? y ¿para qué? son primordiales. Hace más de una década, mi maestro y mentor Seymour Papert sostenía que incluso más importante que el cómo es el qué:

"En educación, la pregunta número uno cuando miramos hacia el futuro y vemos el computador como un medio para aprender es ¿pensamos en el computador para mejorar cómo la gente aprende el mismo currículo o decimos que esta es una oportunidad para cuestionar lo que la gente aprende? Cómo y qué es la gran pregunta; yo creo que el Qué es lo que importa”. Seymour Papert hablando sobre contenidos digitales en el Media Lab de MIT.

Esta reflexión es impactante viniendo de alguien que dedicó su vida al cómo. Seymour entendió que si las personas no aprendemos a programar los computadores estamos destinadas a que los computadores nos programen y consecuentemente inventó el primer lenguaje de programación para niños (LOGO2). Algunas de las preguntas que nos hacemos sus alumnos son ¿qué se puede aprender con el apoyo de la tecnología que no se puede aprender sin ella? y ¿cómo la tecnología facilita el proceso mismo de aprender?

Volviendo a mi primera pregunta, hay variedad de razones prácticas que en mi concepto favorecen la superficialidad con la que con frecuencia se toman decisiones en torno a las TIC en educación. Irónicamente la explosión de herramientas resplandecientes con funcionalidades atractivas tiende a hacer que se pierdan de vista el qué y el para qué ante el afán de encontrar el cómo. Con la deseada conectividad y acceso a internet los docentes se han visto bombardeados con opciones que compiten por su atención. No han alcanzado a probar y evaluar un portal, una red, una herramienta cuando hay otra más nueva o más popular.

El tiempo tampoco está a su favor. Las TIC llegaron con la promesa de facilitar y hacer más eficientes las labores educativas y aunque el potencial de hacerlo es real los cambios constantes, la duplicación de opciones y la dispersión de funcionalidades le restan a su eficacia para cumplir lo prometido. Esto sin mencionar las limitaciones de tiempo de los docentes, entre sus labores cotidianas, como se menciona en TIC en la escuela: deseo vs realidad3.

Ante estas circunstancias es crucial dar prioridad de manera consciente y explícita a hacer las pausas necesarias para hacerse las preguntas pertinentes antes de responder. Igualmente crítico resulta entender que las respuestas a estas preguntas difícilmente las puede dar una sola persona, independientemente de sus conocimientos y capacidad. A veces en aras de dar al docente “autonomía" lo que termina sucediendo es que se le deja solo en decisiones que requieren de un esfuerzo multidisciplinario con la participación de diversidad de miradas.

Las preguntas que necesitamos hacernos como sociedad en torno al tema de la integración de las TIC en educación no vienen con respuestas simples. Es esta complejidad la que las hace fascinantes y dignas de que les prestemos la atención que se merecen.

 

 


[2] Qué es LOGO (inglés) http://el.media.mit.edu/logo-foundation/logo/
[3] Columna de Oswaldo Ospina en Palabra Maestra, 6 de marzo de 2015
*Las opiniones expresadas en esta columna son responsabilidad estricta del autor.
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Jaqueline Cruz Huertas
Gran Maestra Premio Compartir 2000
Es necesario entablar una amistad verdadera entre los números y los alumnos, presentando las matemáticas como parte importante de sus vidas.