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Retos que enfrenta la educación en 2017
Iniciamos un nuevo año, ¿Qué nos traerá el 2017 en materia educativa?
En el ámbito educativo, el 2016 lo recordaremos, entre otras cosas, por la gran polémica político religiosa motivada por la revisión de los manuales de convivencia de los colegios, tarea que en septiembre del año 2015 la Corte Constitucional encomendó al Ministerio de Educación con el fin de corregir aspectos en los que se violaban los derechos fundamentales de los estudiantes.
¿Tendremos por fin un sistema educativo que se oriente de verdad a eliminar barreras campo-ciudad, que responda con calidad y pertinencia a las necesidades de las generaciones de la paz urbanas y rurales? Remediar tamaña inequidad debería ser el eje de los propósitos nacionales para este nuevo año.
Iniciamos un nuevo año, ¿qué nos traerá 2017 en materia educativa?
A continuación, trazo algunos temas que seguramente ocuparán toda la atención del sector:
La paz y la implementación del Acuerdo de Paz será un tema prioritario en la agenda educativa. ¿Tendremos por fin un sistema educativo que se oriente de verdad a eliminar barreras campo-ciudad, que responda con calidad y pertinencia a las necesidades de las generaciones de la paz urbanas y rurales? Remediar tamaña inequidad debería ser el eje de los propósitos nacionales para este nuevo año. A este respecto se requiere garantizar el acceso a educación para las poblaciones campesinas, indígenas y afro descendientes, adecuada a su realidad y contexto, y que ésta sea de buena calidad. Esta situación de inequidad ha sido ampliamente analizada en un documento publicado por la Universidad de los Andes, “La lotería de la cuna: movilidad social a través de la educación en municipios de Colombia”.
Habrá que ver el rol de liderazgo que ejerza la nueva ministra de Educación, Yaneth Giham con respecto al diálogo social que se precisa para definir e implementar estos temas y planes que deben conducir a la reconciliación y también con relación a los programas representativos de la administración Santos como Ser Pilo Paga, Todos a Aprender, Jornada Única y construcciones escolares.
Segundo: será importante seguir fortaleciendo las facultades de Educación y las normales, condición básica para mejorar la calidad de la educación en Colombia; a pesar de los avances aún se requiere una revisión profunda del sistema de formación de docentes. La Fundación Compartir lleva más de dos décadas insistiendo en esto y liderando iniciativas como el Premio Compartir que, además de rendir un homenaje a los más sobresalientes, busca recuperar el prestigio de la profesión y motivar a la sociedad para que le brinde el apoyo que requiere. Llevar estas propuestas ganadoras del Premio a las regiones más precarias permitiría ampliar su radio de acción e impacto positivo.
Tercero: la deuda con la primera infancia es enorme; no cabe duda que invertir en la primera infancia es una de las maneras más eficaces de los gobiernos para mejorar la movilidad social puesto que es la base para el desarrollo exitoso de un individuo a lo largo de la vida. Sin embargo, en Colombia las cifras de inequidad en la atención a esta población son alarmantes. He aquí uno de los desafíos imprescindibles para el nuevo año. A este respecto, la Fundación Compartir sumará esfuerzos con otras organizaciones para que en 2017 se definan planes de mejoramiento de la calidad en algunas comunidades (Sumapaz, Tolima, Arauca, Cucunubá) y con énfasis en la educación media y la primera infancia rurales.
El otro gran reto, como lo sufrimos durante el año que pasó, será avanzar en la lucha contra la corrupción. Esperamos que el país tome medidas definitivas sobre el cartel de la alimentación de los niños, los robos de alimentos en La Guajira y otras regiones son hechos que no pueden volver a suceder.
Finalmente, también hay preocupaciones globales que no se pueden descuidar, los recientes resultados de las pruebas internacionales Pisa demuestran que la calidad de la educación ofrecida a la mayoría de los estudiantes en Colombia es muy pobre, seguimos quedando en los últimos lugares. Aunque no se puede medir a un país únicamente por los conocimientos en lenguaje, matemáticas y ciencias, Pisa sigue siendo uno de los programas de evaluación más importantes del mundo, que permite entre otras cosas, formular medidas de política para mejorar la educación.
Sin duda, será un año complejo que requiere estar a la altura de los retos que nos plantea un país en paz. La Fundación Compartir, por su vocación de servicio, estará proponiendo, liderando y acompañando iniciativas enmarcadas en el diálogo y en la creación conjunta con las comunidades favorecidas.
*Las opiniones expresadas en esta columna son responsabilidad estricta del autor.- 372 lecturas