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Sobre la necesidad de hacer mejoras en la formación docente

Una comparación de la OECD asegura que los docentes en Colombia están en el grupo con los salarios más bajos del mundo y con un mayor número de horas al año laboradas.

Febrero 11, 2016

En una comparación reciente hecha por la OECD se muestran los países con mayores y menores remuneraciones docentes y los que tienen docentes que enseñan un mayor y menor número de horas de clase al año. No es sorpresa que Colombia está en el grupo que tiene salarios más bajos y en donde los docentes enseñan un mayor número de horas al año. La comparación salarial de ese trabajo no es la mejor, porque comparar salarios entre países no siempre es correcto. Sería mejor si nos contaran cómo es la remuneración de los docentes en cada país comparada con la de otras profesiones. Pero, si hicieran esto, tampoco le iría bien a Colombia.

Estos son hechos que ya son bien conocidos. La remuneración y otras condiciones laborales de los docentes son asuntos que Colombia está en mora de ajustar desde hace muchos años. De hecho, es algo que el país ha empezado a hacer de forma más decidida en los últimos años:

  • Establecimiento de la Prima de Servicios para los docentes en diciembre de 2013.
  • Establecimiento de un aumento automático en el salario para los docentes que obtienen títulos de maestría.
  • Aumento salarial gradual durante los próximos cuatro años para llegar al 10% adicional al aumento que reciban otros funcionarios públicos.
  • Cambio en las condiciones para ascender en el escalafón.

Pero no es conveniente que el país aumente salarios sin contraprestación en términos del aprendizaje de los estudiantes colombianos (que tendría otras implicaciones sobre el bienestar de la población colombiana). Y solo aumentar salarios difícilmente va a implicar esa mejora en el aprendizaje. En un trabajo reciente en Indonesia muestran esto claramente. El trabajo reporta resultados de un cambio en el que se doblaron los salarios de los docentes en Indonesia. El trabajo muestra que el aumento salarial mejoró la satisfacción docente, redujo el número de maestros que tiene dobles trabajos, pero no tuvo ningún efecto sobre el aprendizaje de los estudiantes.

El resultado no es sorprendente. Un aumento incondicional de los salarios no tiene porqué generar un mayor esfuerzo por parte de los docentes. La reducción en los trabajos paralelos de los maestros es, tal vez, la única razón que podría hacer pensar en mejoras en el aprendizaje, pero eso no pasó en Indonesia. Un aumento incondicional en el salario va a tener mejoras en aprendizaje si se logra atraer personas mejor capacitada a la docencia. Pero para tener personas mejor capacitadas se necesita que los lugares en que los docentes se forman también hagan transformaciones de sus currículos y que estén alineadas con mejores aprendizajes de sus futuros estudiantes.

Colombia ya ha empezado a dar pasos en la dirección de mejorar la profesión docente. Prueba de ello son los aumentos salariales como los mencionados arriba y otros programas como las becas docentes de maestría. Pero si no se da una transformación en los programas de licenciatura, estos aumentos salariales no se van a traducir en mejores aprendizajes de nuestros estudiantes. Necesitamos asegurar que los programas de licenciatura asuman como objetivo principal, y casi único, garantizar que todos sus graduados van a estar en capacidad de comprometerse con el aprendizaje de sus futuros estudiantes.

Esto no es fácil pero es posible y ya sabemos cómo se logra, al menos parcialmente. Uno de los cambios necesarios es asegurar que los programas de licenciatura tengan prácticas docentes de aula bien estructuradas en las que los estudiantes de licenciatura se enfrenten a la realidad del salón acompañados de personas con experiencia de aula. En estas prácticas el futuro docente debe recibir retroalimentación que lo ayude a mejorar sus habilidades pedagógicas.

Aunque hoy en Colombia la educación recibe recursos públicos importantes, no es claro que la importancia que recibe la educación en el presupuesto público tenga un apoyo claro más allá de algunos pocos funcionarios públicos interesados en la educación.

Otro de los cambios es que el currículo de los programas de formación docente debe asegurar que el futuro docente aprenda tanto contenido como técnicas pedagógicas. Pero esto debe hacerse sin quedar atrapado en la dicotomía entre estas dos, porque las dos van de la mano y porque no cualquier forma de enseñar es apropiada para cualquier tipo de contenido.

De alguna manera, la formación docente se asemeja a la formación de médicos: en medicina a nadie se le ocurre separar contenido y técnica. En la pedagogía es similar. En medicina tampoco se le ocurre a nadie graduar médicos que no han tenido experiencia en hospitales; en pedagogía no se debería graduar docentes sin experiencia de aula. En medicina esa experiencia se adquiere con el apoyo y la retroalimentación de médicos con mucha experiencia clínica y mucho conocimiento actualizado de su campo de trabajo. Lo mismo debería suceder en la enseñanza: los estudiantes de las licenciaturas deben tener mucho apoyo de docentes con experiencia de aula que entiendan y conozcan el estado del arte sobre cómo enseñar.

Aunque hoy en Colombia la educación recibe recursos públicos importantes, no es claro que la importancia que recibe la educación en el presupuesto público tenga un apoyo claro más allá de algunos pocos funcionarios públicos interesados en la educación. Un ejemplo de esto es que con la venta de ISAGEN no se discutió si los recursos deberían ir a educación o a infraestructura como sucedió.

Pero en el país sí puede haber muchas personas dispuestas a apoyar esfuerzos presupuestales para mejorar los salarios y las condiciones laborales de los docentes si se ven acciones por asegurar que esos esfuerzos presupuestales tengan buenos resultados. Y claramente una de esas acciones es un compromiso claro por parte del Ministerio, las Secretarías de Educación y las Universidades que ofrecen programas de licenciatura por llevar a cabo reformas en los programas de licenciatura que aseguren que los graduados de esos programas están preparados para asumir una docencia de altísima calidad.

*Las opiniones expresadas en esta columna son responsabilidad estricta del autor.
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Profesor y economista
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Diego Fernando Barragán Giraldo
Gran Maestro Premio Compartir 2004
Invitó a sus estudiantes a armar pieza por pieza un rompecabezas mental cuya imagen final dejaba ver la realidad del país.