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TI, educación y motivación
Las oportunidades de educarse crecen a diario en Internet. Sin embargo, solo con motivación y disciplina se pueden obtener los beneficios.
La conectividad a Internet avanza a pasos de gigante y, con ella, plataformas y aplicaciones que transforman la vida diaria. El mundo de Internet de comienzos de los noventa poco tiene que ver con las oportunidades que individuos, comunidades, empresas y todo tipo de organizaciones tiene en la actualidad.
La ubicuidad, es decir, la posibilidad de comunicarse cómo, dónde y cuándo se desee, es una realidad al menos para cerca del 40% de la humanidad. En países como Colombia prácticamente 30 millones de personas tienen acceso a la red.
Internet móvil, computación en la nube, redes sociales, las maravillosas plataformas para realizar transacciones de todo tipo, para adquirir conocimientos y competencias, están a la orden del día. El mundo está al alcance de la mano.
Las oportunidades de educación se han multiplicado. Los llamados MOOC (cursos masivos abiertos en línea) permiten a cualquiera que tenga acceso adquirir competencias de manera puntual. Centenares de universidades ofrecen, de manera gratuita, miles de cursos gratuitos en línea en todos los ámbitos del saber.
Como cualquier emprendimiento, la adquisición de competencias en el mundo global de hoy requiere motivación y disciplina. Es cierto que las oportunidades están al alcance de cualquiera que cuente con acceso a la red. Sin embargo, también es verdad que los individuos se enfrentan a un mundo exigente en competencias que cada vez están más homologadas en los mercados. Ello obliga a la actitud de actualización, al esfuerzo personal, a la necesidad de buscar las mejores opciones para adquirir aquellas. Al mundo le interesa cada vez menos dónde y qué se ha estudiado; el mercado se interesa ahora en qué es lo que se sabe hacer.
En tal sentido, en el campo de la educación las tecnologías de la información están hechas para quien se encuentre motivado y esté dispuesto al esfuerzo. De lo contrario, juegan en contra, en la medida en que los estándares asociados a las competencias se vuelven más exigentes.
Los distintos actores de la educación, estudiantes y maestros, pueden verse beneficiados de los MOOC, o perjudicados si permiten que les deje el tren.
Contenido publicado originalmente en Colombia Digital.
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