Según la consultora McKinsey, a raíz de la pandemia alumnos de primaria y secundaria están cinco meses atrasados en matemáticas y cuatro meses atrás en lectura.
Sin menospreciar la experiencia de la virtualidad y las enormes bondades de las tecnologías digitales, éstas jamás reemplazan el lugar de la escuela en su componente relacional y como un segundo hogar.
Ir a la escuela es decidirse a tomar el mundo en nuestras manos, es tomar el reto de ser parte de una escritura conjunta que nunca termina, es sentirnos placenteros navegantes del lenguaje.
A pesar de esta inmensa convergencia de retos, los docentes hemos demostrado nuestra capacidad camaleónica para convertir los desafíos en realidades tangibles.
Por sexto año consecutivo, la compañía de tecnología educativa BlinkLearning da a conocer los resultados del VI Estudio anual sobre el uso de la tecnología en la educación.
La revolución tecnológica de los últimos años está creando nuevos desafíos: acelerar el desarrollo en los países de la región y la falta de acceso para los sectores más vulnerables de la población.