Es importante resaltar la labor que realizan en fortalecer la conciencia social sobre la urgencia de construir en Colombia un proceso de paz plural con miras a la reconciliación nacional.
Si algo ha producido esta pandemia ha sido la fractura de todos los rituales que hemos cuidado con celo, para que nuestros niños y jóvenes interioricen las bondades del viaje por la vida.
El anclaje en los procesos de aprendizaje es el mejor aliciente para los chicos y ocupa creativamente sus mentes, por ello son los maestros los llamados a ponerse la camiseta de la vida.
Es la oportunidad para demostrar que no somos ajenos a los cambios que empuja este confinamiento, que creíamos transitorio y estamos dispuestos a propiciar espacios de reflexión pedagógica.
Es importante tomar lo doloroso, lo escabroso, lo execrable que ha sacado a flote esta pandemia, para transformarnos y hacer parte de la construcción de un mundo nuevo.