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Colegio Carlos Albán Holguín, un sueño hecho realidad en Bosa, Bogotá

Con gratitud y nostalgia tres egresadas recorrieron las nuevas instalaciones que ahora disfrutarán sus hijos. Conozca por qué esta institución educativa se está convirtiendo en el centro del barrio.

Abril 7, 2019

“Este es un premio para mis hijos”, dice con sorpresa Derly Nathaly Garantiva Cubillos al observar los salones del nuevo edificio del colegio Carlos Albán Holguín, el mismo lugar en el que ella pasó sus mejores años de infancia y adolescencia, en los años 90, corriendo tras un balón de fútbol o recibiendo felicitaciones de sus profes por las buenas calificaciones.

Pero de las instalaciones de la institución educativa en las que creció Derly poco queda. De esas casetas en lata, pintadas de verde, en las que el calor se agolpaba y la desesperaba en sus clases, solo quedan los recuerdos. El cambio es drástico y, en mayo próximo, sus hijos, de los grados 8.º, 5.º y 3.º, recibirán un colegio de lujo, con cimientos más fuertes y los espacios adecuados para desarrollar sus competencias y recibir educación oficial de calidad.

“Aunque el Carlos Albán Holguín era pequeño, era reconocido en la zona por ser muy bueno. Sin embargo, en este edificio nuevo, mis hijos se van a sentir libres y motivados, van a tener mejores oportunidades que yo. Dan ganas de estudiar otra vez”, manifiesta la madre.

Y no es para menos que Derly quiera repetir la que, para muchas personas, es la mejor etapa de la vida. Bosa es la tercera localidad con más alto déficit de infraestructura educativa de la ciudad. Según el último estudio de insuficiencia de la Secretaría de Educación (2016), en esta zona de la ciudad hay un déficit de aproximadamente 15.000 cupos.

Esta es la razón por la cual el gobierno de Enrique Peñalosa invierte más de $240.000 millones en la construcción de 13 colegios que beneficiarán a más de 16.700 estudiantes. De los colegios previstos para esta localidad, 10 son nuevos y tres, reconstruidos. Entre estos últimos se encuentra el Carlos Albán Holguín.

“Son 12.046 metros cuadrados espectaculares para 1620 estudiantes, desde primera infancia hasta 11.º. Aquí estamos haciendo equipo con la Nación que, a través del Fondo de Financiamiento de la Infraestructura Educativa, aporta el 30% de los $19.499 millones invertidos en este colegio que contará con aula múltiple, aulas de tecnología, artes e inglés, comedor y otros espacios”, explica la secretaria de Educación, Claudia Puentes Riaño.

Cabe resaltar que Bogotá atiende el 10% de la matrícula de colegios públicos de Colombia. La capital de la República es la ciudad que más recursos propios pone para la educación, con el 45%, mientras que Cali pone el 31% y Medellín, el 23%.

Alma y vida en el Carlos Albán Holguín

Este colegio, que lleva el mismo nombre del barrio en el que se encuentra situado, cuenta con un avance del 91% en sus obras nuevas. En pocas semanas, beneficiará a 224.461 habitantes del suroccidente de la ciudad y a 40 docentes comprometidos con sus niños y jóvenes.

La coordinadora María Victoria Mayorga es una de las primeras personas que ha podido ver cómo van las obras. Con cariño, sus compañeros le dicen que “forma parte del inventario del colegio”, porque lleva la mitad de su vida, 32 años, formando nuevas generaciones. Ha sido maestra de primaria y secundaria y lleva 13 años como coordinadora de la jornada de la mañana. Con lágrimas en los ojos, esta docente expresa su gratitud y amor por el lugar al que también puede llamar hogar.

“Amo este colegio. Para mí, es una bendición ver cómo está quedando de lindo y no tengo duda de que era lo que toda la comunidad esperaba. Aquí dejé mi vida, mis hijos me reclamaban porque decían que siempre prefería a los chicos del Carlos Albán y hoy tengo muchos sentimientos y recuerdos”, cuenta.

Como la exalumna Derly, María Victoria recuerda cómo era de diferente esta institución educativa cuando llegó a trabajar, en 1987.  “Eran varias casetas con un patio sin pavimentar. Cuando a principios de los 90 construyeron el primer bloque en ladrillo, de dos pisos, los maestros nos peleábamos por tener clase en alguno de los ocho salones que quedaban ahí”, cuenta entre risas.

El estado de la infraestructura de su querido colegio fue algo que siempre preocupó a los habitantes de Bosa. “Los estudiantes llegaron a tener conflictos con colegios vecinos y, en alguna oportunidad, en una mesa de convivencia, ellos nos manifestaron que había cierta envidia por las instalaciones de otros colegios y que, en parte, los conflictos tenían relación con ello. Éramos la cenicienta de Bosa, pero ahora nuestros niños y jóvenes van a valorar más el colegio y a sentirse tan importantes como cualquier otro estudiante”, enfatiza la coordinadora. 

Un colegio que se renueva para todos

Angie Geraldine Villabón Sabogal acompaña a su hijo Julián Silva, de 3.º, a probar el colorido parque que está a punto de ser inaugurado en el colegio. En ese mismo lugar, cuando ella estudió, entre el 2000 y el 2008, había un pequeño cuarto de materiales de Educación Física, un pastal en el que ella pasaba los momentos de descanso y unos pocos baños que debían usar todos los estudiantes.

“El sitio que conocí no era ni la tercera parte de cómo está quedando el colegio. Da mucha felicidad que nuestros hijos disfruten el colegio en el que nosotros también estuvimos, pero con privilegios que los motivarán a estudiar mucho más”, señala esta joven madre de tres hijos. Todos reciben clases en el Carlos Albán Holguín.

Angie, quien lleva dos años como representante de los exalumnos, cree que, de alguna forma, las familias también tienen la oportunidad de disfrutar y vivir el colegio. “Quise que mis hijos estudiaran en el mismo colegio en el que yo estudié, porque los docentes son muy buenos y aquí pasé los mejores años de mi vida. Mi pasión siempre fue el fútbol y me imagino a Julián estrenando esas nuevas canchas en campeonatos y olimpiadas”, afirma.

Julián, por su parte, no está muy seguro de que su pasión sea el fútbol. Dice que le gusta el inglés, las matemáticas, el dibujo y la tecnología. Entre tanto, lo primero que hará cuando vea a sus amigos será contarles lo grande y bonito que está quedando el nuevo edificio.

“Siempre que voy a un lugar diferente ellos me preguntan y yo les cuento todo lo que veo. Les hablaré de los salones grandes y del parque donde todos vamos a jugar”, expresa el niño.

Cuando Angie Lizeth Medina matriculó a su hija Lizeth Tatiana Caguache en preescolar, el colegio Carlos Albán Holguín empezaba las obras de reconstrucción. La nueva biblioteca, la terraza con sus jardines y el parque fueron las instalaciones que más llamaron su atención: “Creo que lo más importante es la comodidad porque, en un sitio así, uno estudia mejor. Este colegio será la sensación del barrio y me imagino a mi hija feliz, disfrutando cada cosa”. 

¡A cuidar el colegio!

Para el rector Gabriel David Salgado, lo que está ocurriendo en el Carlos Albán Holguín es un proceso de apropiación. “Todo el barrio se ha dado cuenta, de primera mano, cómo avanzan las obras. Los vecinos preguntan y comentan que está muy bonito y esto genera más unión entre la comunidad”.

Según la coordinadora María Victoria, son variadas las propuestas para lograr esa unión: “En este colegio la actividad es increíble, no hay nadie que se quede quieto. Todo el tiempo estamos vinculando a la comunidad del barrio a ferias empresariales, lunadas literarias y otras actividades, desde el arte y el deporte, para fortalecer los valores y la sana convivencia. Estoy segura de que los maestros serán los primeros interesados en aprovechar las nuevas instalaciones para unirse entre ellos y desarrollar sus proyectos”, manifiesta.

Aunque María Victoria está a punto de despedirse del colegio, al que le entregó alma, vida y corazón, se siente feliz y satisfecha con su labor y con el progreso de la institución educativa. Su sueño es que haya una transformación académica y de convivencia que beneficie a toda la comunidad que rodea el Carlos Albán Holguín. Que el colegio siga siendo el centro del barrio.

Cabe recordar que la revolución de los colegios de la Administración Distrital ha hecho una inversión histórica en la ciudad de $15 billones. Al final del cuatrienio, Bogotá contará con 62 colegios nuevos (30 en lote nuevo y 32 en lote existente).

Lo que sigue ahora para este colegio del suroccidente de Bogotá es grande. Por eso, mientras Derly le cuenta anécdotas de niña a su hija Loren Dayán Prieto, también le pide que aproveche a profes como Socorro, Tatiana y Esteban, que también fueron sus maestros, en los años 90, y que cuide el colegio que ahora recibe, para que ella y todos sus compañeritos vivan mucho mejor su experiencia educativa.

 


Imagen https://www.educacionbogota.edu.co

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Luis Fernando Burgos
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