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Con juegos tradicionales y de mesa, colegio de Bogotá enseña derechos humanos

Alrededor del parqués, la rana y el bingo, los estudiantes del colegio Benjamín Herrera aprenden sobre el respeto a la vida, a la diversidad y a la libertad.

Diciembre 27, 2016

En el colegio Benjamín Herrera, la libertad de pensamiento y religión, la igualdad y el respeto son temas comunes a la hora del recreo, momento en que, alrededor de pupitres, los estudiantes se juntan para participar en variados juegos de mesa.

No se trata de clásicos juegos. Son versiones originales, pensadas y diseñadas por los mismos jóvenes, que en su dinámica hacen alusión a los derechos humanos y a problemáticas que los trasgreden, como la violencia o la discriminación.

Ellos hacen parte del proyecto ‘Construyamos un mundo en armonía de derechos y deberes’, liderado por los maestros Jairo Salamanca y Miguel Plazas, el cual tiene como propósito contribuir a la formación integral de la comunidad a partir de la promoción, divulgación y cumplimiento de estos principios y libertades.

Jairo y Miguel, dos maestros convencidos del poder de la educación para transformar a los individuos y su entorno, le apostaron al juego como estrategia para formar a una nueva generación de estudiantes para quienes el respeto prima a la hora de relacionarse unos con otros. Por su experiencia pedagógica, además, fueron nominados al premio Compartir al Maestro en su edición 2016.

“Antes en el colegio teníamos muchos conflictos de convivencia. Por eso pensamos que, a través de este tema, la lúdica y la investigación, podríamos motivar a los estudiantes a transformar esta forma de relacionarse. Y creo que lo hemos logrado: hoy hay respeto y tolerancia”, explica el profe Jairo.

Lanzar los dados por los derechos humanos

La regla es fácil. Para poder avanzar la cantidad de casillas que indican los dados hay que superar un reto: contestar correctamente una pregunta sobre derechos humanos. Así se juega parqués en este colegio de Puente Aranda, como una oportunidad para reflexionar, divertirse y aprender al mismo tiempo.

Para quienes prefieren juegos tradicionales de más ‘acción’ también está la opción de jugar rana. El estudiante David Díaz creó y modificó las reglas del juego de tal forma que los puntajes solo suman para quienes responden correctamente a sus inquietudes.

¿Por qué se inventaron los derechos?, ¿qué es el derecho a la familia?, ¿cómo puedes promover los derechos en la sociedad? y ¿el trabajo es un derecho o un deber? son algunas de las preguntas que deben contestar quienes aciertan en su lanzamiento.

En el patio del colegio hay juegos para todos los gustos, como una versión propia de ‘Uno’, un bingo con balotas y una lotería clásica, todos diseñados por los estudiantes en diversidad de materiales. Los creadores no disimulan su entusiasmo y para estimular la participación de más niños inventaron premios o reconocimientos, por lo que se vuelve una verdadera competición.

“A todos les gusta el bingo porque juegan la suerte y los conocimientos para ganar”, dice uno de los inventores de esta versión mientras su compañero enuncia cada una de las balotas que sale seleccionada.

“Si esos juegos llegaran a otros colegios de Bogotá, podríamos generar un gran impacto en la convivencia escolar”, afirma el profe Jairo, tras explicar que de esta forma los descansos en el colegio Benjamín Herrera se han convertido en espacios lúdicos de aprendizaje en los que la igualdad, la tolerancia, el respeto, la no discriminación y la no violencia son temas cotidianos entre los estudiantes. 

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Comunicador social y periodista.
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Hoguer Alfredo Cruz Bueno
Gran Maestro Premio Compartir 2009
Logré vincular el aula y la comunidad rural a través de expediciones que marchaban tras la huella de la cultura local en tertulias de lectura que se convirtieron en lugares de encuentro entre los padres, los hijos, los textos y la escuela.