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Estudiantes de Bogotá le apostaron a la sana convivencia para reducir la deserción escolar
4 colegios de Tunjuelito y Kennedy crearon la Primera Cumbre de Convivencia Escolar para proponer salidas pedagógicas a problemáticas en sus colegios.
Más de 120 estudiantes de las localidades de Kennedy y Tunjuelito se dieron cita en las instalaciones del colegio distrital Ciudad de Bogotá, para demostrar que con sus propuestas e iniciativas es posible combatir el abandono y la repitencia escolar.
Ese fue el objetivo de la primera Cumbre de Convivencia Escolar, un certamen realizado el pasado 30 de octubre, que a través de mesas temáticas le dio la voz a estudiantes y docentes de los colegios Class, Jaime Garzón, Carlos Arango Vélez y Ciudad de Bogotá, para proponer salidas a la violencia escolar y el uso de sustancias psicoactivas, a partir de la comunicación y la pedagogía.
“Si un estudiante sufre bulllying o es acosado por sus compañeros, evidentemente la motivación para estudiar se va a perder y seguramente podrás abandonar el colegio. Por eso vinimos a plantear soluciones en convivencia que se repliquen en todos los colegios y que impidan que los jóvenes interrumpamos nuestros estudios por estos hechos”, explicó Susana Rivero, estudiante del colegio Jaime Garzón.
La Cumbre, según manifestó el docente John Alexander Ramírez, del colegio Class, se creó en el marco de la Red de Permanencia Escolar, una iniciativa de la Secretaría de Educación del Distrito diseñada en 2017, para promover la calidad educativa y la permanencia escolar entre colegios altos índices de abandono e instituciones con experiencias pedagógicas exitosas en permanencia escolar.
“Los cuatro colegios aceptamos la invitación del Distrito a compartir nuestras experiencias significativas y a resolver problemáticas que teníamos en común. Una de las ideas de este ejercicio fue que nuestros estudiantes se encontraran y dialogaran sobre su vida diaria alrededor de la convivencia como factor determinante de la permanencia escolar”, asegura John Alexander Ramírez, coordinador del colegio Class.
Es por eso que durante una jornada completa los estudiantes y docentes debatieron sobre comunicación y relaciones al interior del aula, violencia escolar, escuela y familia, psicoactivos en el colegio y prácticas pedagógicas y evaluativas, ejes temáticos de la cumbre, con el objetivo de incidir en sus manuales de convivencia y ser un referente para otras instituciones con estas mismas problemáticas.
“La convivencia escolar tiene mucho que ver con lo cotidiano, con la forma como expresamos lo que sentimos. Por eso se vuelve un elemento importante en lo académico. Es un cúmulo de situaciones que nos ayudan a favorecer la vida adecuada dentro de los colegios y que los estudiantes se sientan identificados con su institución”, señala el docente Ramírez.
Adicional a esta jornada y gracias al trabajo de la Red de Permanencia Escolar colegios como el Ciudad de Bogotá han avanzado en la atención de sus problemáticas.
Así lo explica John Jairo Alarcón, un docente de esta institución quien asegura que para el 2016 los altos índices de violencia y abandono escolar, situaron a la institución entre los 100 planteles con más casos de abandono y repitencia escolar en la ciudad.
Tras un análisis realizado a estas instituciones el colegio Ciudad de Bogotá reportaba un índice del 2,3%, razón por la cual fue priorizado para recibir acompañamiento de la entidad en el diseño de estrategias que permitieran atender sus causas del abandono.
Fue así como estudiantes, docentes y directivas el colegio fueron integrados a la Red de Permanencia Escolar, una iniciativa del Distrito que busca integrar a través de nodos colaborativos a colegios de toda la ciudad que tienen altos índices de reprobación y deserción, con instituciones que han tenido proyectos pedagógicos exitosos y que cuentan con niveles altos de permanencia de sus estudiantes.
“La red nos ha ayudado mucho a fortalecer experiencias dentro de nuestra institución, una de esas la semana institucional que nos permitió reconocernos y ser reconocidos por otros, que los niños son escuchados y que son parte de algo” cuenta el docente.
Este trabajo, según afirma, permitió que se fortalecieran “semilleros artísticos con la participación de otras áreas, salones e incluso otros colegios. También se mejoró la comunicación y el trabajo en equipo con los directivos, y las estrategias e iniciativas se articularon de manera más clara a los objetivos de la institución”, concluye.
De acuerdo con la Secretaría de Educación del Distrito, gracias a estrategias como la Red de Permanencia, la ciudad ha logrado reducir sus índices de deserción escolar para garantizar trayectorias educativas completas a miles niños y jóvenes: entre 2015 y 2017 la ciudad pasó del 3,6% al 1,6%, lo que representó más de 16 mil estudiantes que no abandonaron sus estudios.
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