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Institución Gabriel Plazas, primera Escuela BIO del Huila

Sin un lugar adecuado en donde sentarse, con pocas condiciones higiénicas y dificultades alimentarias, un grupo de alumnos liderados por José Toro trasformó su entorno. 

Octubre 15, 2018

A 34 kilómetros de la ciudad de Neiva, se encuentra el Municipio de Villavieja, Huila; con una temperatura promedio entre los 38 y 40 grados centígrados, cerca del desierto de la Tatacoa, aproximadamente 650 estudiantes de la institución Gabriel Plazas se enfrentan a situaciones que no les permiten alimentarse de manera adecuada mientras están en su jornada académica.

Sin un lugar adecuado en donde sentarse, con muy pocas condiciones  higiénicas  y dificultades alimentarias, un grupo de alumnos de este colegio, pertenecientes al programa Ondas de Colciencias, con el liderazgo de José Toro Vallejo, su docente de Ciencias Sociales, crearon un proyecto que sin saberlo cambiaría su vidas, transformaría su entorno y los llevaría a lugares que ellos nunca imaginaron.

La propuesta de construir un centro de producción para la preparación de los alimentos, así como también un restaurante escolar bioclimático, que le permitirá a los niños contar con instalaciones adecuadas y cómodas para dicho fin, llevó a algunos de estos estudiantes hasta Abudabi en Emiratos Árabes, donde fueron galardonados con el “Premio Zayed, Energía para el Futuro”, un reconocimiento que resalta la excelencia en el ámbito de las energías renovables y la sostenibilidad de aquellos individuos, empresas, organizaciones y colegios que muestran en sus proyectos impacto, innovación, visión y liderazgo.

El proyecto que está siendo financiado por el Sistema General de Regalías y con recursos obtenidos del Premio Zayed ya está en construcción y contará con una huerta creada por y para los estudiantes e instalaciones apropiadas para cultivar, cocinar, comer y funcionar con energía solar, se convertirá en un modelo de hábitat sostenible, escenario de interacción social para comunidades educativas vulnerables, ubicadas en regiones con altas temperaturas.

Los Niños Ondas, motivados por su participación en el proyecto y la oportunidad que tenían de aprovechar los recursos naturales para minimizar el impacto ambiental en su comunidad y conseguir un hábitat sano, iniciaron el proyecto con un trabajo investigativo, identificando las necesidades  que tenían en su momento, así mismo, una vez terminada esta fase dieron paso a la sensibilidad de quienes se verían impactados con el proyecto buscando la apropiación social del mismo para que de esta manera fuese sostenible en el largo plazo.

A pocos meses de ser toda una realidad, desde Colciencias invitamos a todas las personas, que puedan  generar conciencia como lo hicieron estos niños. Ellos nos invitan a soñar, innovar y construir proyectos diferentes, con ese valor único que siempre se tendrá implícito cuando impacta vidas al crear caminos sostenibles.

 

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Melva Inés Aristizabal Botero
Gran Maestra Premio Compartir 2003
Abro una ventana a los niños con discapacidad para que puedan iluminar su curiosidad y ver con sus propios ojos la luz de la educación que hasta ahora solo veían por reflejos.