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Las Fridas, un viaje al corazón: el dolor como herramienta creadora

El arte como espacio común para estudiantes que enfrentan una dura realidad día a día.

Mayo 8, 2015

Oswaldo Enrique Rocha Díaz y Edith Vernaza Vargas
Educación Artística | Grados 9º, 10º y 11º
Institución Educativa Los Comuneros Oswaldo Guayasamín
Bogotá D.C.

Viendo que sus estudiantes enfrentaban situaciones conflictivas y que el currículo de artes no era pertinente a las realidades que vivían sus alumnos, los maestros Edith Vargas y Oswaldo Rocha emprendieron la búsqueda de un elemento que hiciera del arte un instrumento empoderador. Para esto, se han valido de las herramientas del arte, que llevan a los estudiantes por un proceso catártico en el que entienden su propio dolor y el de otros, encontrando formas de expresión que les permiten construirse un lugar en el mundo y así un proyecto de vida.

"La base del proyecto giró en torno a un arquetipo tomado de la historia del arte, Frida Kahlo, con la cual los estudiantes se identificaron debido al dolor presente en la vida de esta artista"

El enfoque de los maestros se fundamenta en la expresión estética como modo de comprender valores cualitativos inabordables desde otros ámbitos. El proceso abarca el uso de la fotografía, el maquillaje, la oralidad, el bordado y la escritura, mas lo esencial es el trabajo de sí realizado a través de estos. La base del proyecto gira en torno a un arquetipo tomado de la historia del arte, Frida Kahlo, con la cual los estudiantes se identifican debido al dolor presente en la vida de esta artista.

Una actividad central en el proceso ha sido una sesión fotográfica donde las niñas se disfrazaron de la artista, mientras los niños fueron escenógrafos. Ahora bien, la clave es la reflexión posterior que se hace sobre sus propias fotos. En ellas ven
plasmados sus dolores y su inseguridad delata las cohibiciones que los imaginarios de la belleza imponen sobre ellas. De este modo, los maestros pueden abordar un eje teórico, como las representaciones de la belleza y la fealdad; un eje histórico,
como el estudio del contexto cultural de la artista; y un eje personal, en el que se desarrolla una posición crítica con respecto a los discursos de lo bello y lo feo.

Hay actividades más orientadas a trabajar lo individual, como Un viaje al corazón, donde los maestros organizan entrevistas semiestructuradas a pequeños grupos de estudiantes, durante las que comparten los dolores que más han marcado sus vidas. El encuentro con el dolor de otro ha hecho que los niños comprendan que no se hallan solos y ha ampliado su horizonte de comprensión. 

Al final del proceso, los estudiantes desarrollan una resilencia asentada en la comprensión y el apoyo mutuo, con lo que aflora visiblemente su entusiasmo y seguridad frente a su proyecto de vida. El proyecto ha unificado muchas familias y estrechado los lazos con sus compañeros. Adicionalmente, el trabajo y rigurosidad de los estudiantes ha sido reconocido en distintos escenarios, como el Centro Urbano de Recreación de Compensar, la Feria Internacional del Libro 2014 y el Jardín Botánico de Bogotá. Más allá de estos reconocimientos, el mayor logro de la experiencia es que los estudiantes encuentren en el arte la posibilidad de conocerse a sí mismos, y con esto nuevas formas de ver, pensar, sentir y disfrutar la vida.

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Gustavo González Palencia
Gran Maestro Premio Compartir 2008
ogré incentivar en niños y jóvenes el gusto por la música y la ejecución de instrumentos musicales.