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El oficio de investigar: una alternativa de aprendizaje en casa

A través de este cuento, Jorge Ramírez propone el oficio de investigar como una alternativa para que niños y niñas de todas las edades puedan aprender desde casa.

Abril 15, 2020

“Investigar es formar una atmósfera de preocupaciones inventivas y creadoras,
no sólo para saber y gozar más, sino para ser más” Teilhard de Chardin

 

El Chispazo de la Pregunta 

¡Hola amigos!, me llamo Gerardo Emilio. Encerrado, viviendo esta crisis como todos ustedes, pienso también en las dificultades que pueden estar pasando algunos, por no decir la mayoría, de niños y niñas y jóvenes para hacer sus tareas por internet. Con todo ese afán  sin límites de usar plataformas virtuales para hacer tareas útiles o inútiles, aquellos que no tienen acceso quedan excluidos porque en la historia siempre ha sido así. Injusticia social por tanto injusticia con su forma de conocer. 

Amigo, ahora que estamos distantes de nuestro colegio, ese lugar de encuentros y de encontronazos, tenemos tiempo para la lectura, la televisión, el deporte, las redes, los oficios de la casa; pero también para el ocio, entendido como pérdida de tiempo pero en realidad es el tiempo más activo, donde posiblemente hemos hecho preguntas fuertes sobre lo que nos pasa y está pasando, a las que no encontramos respuestas, porque quizá el currículo escolar no habla del dónde y cómo vivimos cada uno de los estudiantes.

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Por ello, a veces pienso que nuestros papás y la escuela nos piden respuestas, así sean débiles, pero no atienden a nuestras preguntas fuertes sobre lo que estamos pensando. Nos creen ignorantes o faltos de conocimientos. En la escuela le dicen saberes previos, como si ese tipo de saberes no fuera una cultura elaborada, a nuestra base para entender el mundo.

Somos parte de un barrio o de un pueblo que tienen su historia y un acumulado cultural. En ese barrio o pueblo hemos aprendido saberes desde lo que observamos y escuchamos, de preguntas que hacemos en el mundo de la vida cuando no entendemos algo. Esas preguntas nacen en un contexto o circunstancias que vivimos. Nuestro pensar, hablar y sentir, el de cada estudiante, tiene un contexto, así como nuestras preguntas. Sin preguntas, ¿para qué respuestas?

Hoy quiero hablarles de un oficio, interesante para unos y aburrido para otros por la rutina, lo importante es que a todos nos genere pasión. Intentemos ser aficionados a jugar a pillar detalles en lo que observamos y escuchamos,  de preguntar, de ponerlo todo en duda, de dar razones, interpretaciones o explicaciones fundamentadas, hasta el punto que bien pudiéramos vivir de esas prácticas. A mi papá siempre le he escuchado decir que le gusta ese oficio de investigar, que en ese oficio ha creído y de ese oficio ha vivido. 

Pero bueno, amigos, quiero que cada uno averigüe cuál es el oficio de su papá y mamá, que hacen para hacerse expertos en su oficio. Piensen en el oficio de la partera y el de médico que atiende un parto, ¿En qué se diferencian?

Iniciamos hablando sobre las preguntas, de lo importantes que son. Las preguntas tienen lugar y pueden brindar significados diferentes, según la cabeza que las piense. Así, las preguntas nos ayudan a construir los saberes para la supervivencia y son una herramienta para criticar el conocimiento científico.

La base del conocimiento de nuestras comunidades donde vivimos o de la ciencia inicia con una pregunta. Ustedes y yo tenemos muchas preguntas. Somos pequeños científicos o investigadores en potencia. Una pregunta es algo así como agarrar una idea y darle vueltas en la cabeza, de manera que nuestra cabeza pierda la paz o la calma. Es posible que una pregunta nuestra pueda resolver problemas y transformar nuestra realidad.   

Desde el silencio activo obligatorio siéntense en un lugar cómodo de su casa. Tengan todo el tiempo en mente esa experiencia que ustedes y yo vivimos a diario en familia y con toda la información que llega por tuits, noticieros o programas de televisión, lecturas, observación de imágenes. Después,  ustedes - y los más pequeños con ayuda de sus papás- pongan en marcha su nuevo oficio.

Intenten entrar en detalles y piensen en los posibles vacíos, huecos, confusiones, dudas o dificultades que esa información tiene. Una vez hecho esto, busquen de qué manera pueden hacer preguntas. Es probable que tengan alguna idea que venía rondando su cabeza días atrás o inquietudes que han quedado en la bolsa de esas ideas misteriosas de su vida.

¿Qué situación o información les llama la atención y por que? ¿Qué pregunta brota o surge de su cabeza? Escriban su pregunta, ¿Por qué es interesante su pregunta? ¿Hacia dónde está dirigida? ¿A quiénes y en qué los podría beneficiar? ¿Qué podría transformar su pregunta? ¿Con cuál profesor le gustaría discutirla? Recuerden, su pregunta es un chispazo que brota de sus cabezas.

Utilicen siempre libreta y lápiz. No olviden que hay que dejar huellas o pistas de lo que hacemos o decimos.

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La Odisea de la Pregunta: entre la exploración y la indagación

Después de esa experiencia del fogonazo de preguntar, inicien la aventura de ponerla a prueba a través del viaje por el mundo de los significados. Es un viaje con dificultades, adversidades, muchas dudas que seducen por sus sombras que nos paralizan o por su luz que nos permite avanzar en el camino. Asegúrense de dejar huellas, escriban en su libreta de apuntes todo lo que escuchan, observan y hacen.

¿En que los desafía a pensar cada una de sus preguntas?, ¿cómo lo podrían resolver? ¿qué dudas les genera o qué otras preguntas están relacionadas?, ¿qué explicación pueden dar desde su pregunta?,  ¿eso que intentan explicar dónde y cómo lo aprendieron?, ¿qué desean saber sobre su pregunta?, ¿qué información necesitan para demostrar su explicación y dónde la pueden encontrar?. Piensen en los recursos que se necesitan para resolver la interrogante y con quiénes podrían conversar sobre ello. También planteén metas para su pregunta, qué recorridos piensan hacer para resolverla y en cuánto tiempo pueden hacerlo.

Ahora bien, esto se pone interesante. Cuando ya tengan su pregunta y esa explicación que ustedes intentan dar como respuesta, puede ser que otras personas en otros lugares del mundo ya la hayan intentado resolver. Averigüen quiénes y en qué lugar la enunciaron. Buscar estos aliados es una aventura que genera confianza hacia dónde ustedes quieren llegar con su pregunta.

Hay momentos en que se hace necesario, para probar la potencia de su pregunta y de su explicación tentativa, consultar qué dicen otros cercanos a ustedes. Exploren y comuníquense con ellos. Elaboren un cuestionario y pregúntenles qué piensan y dicen acerca de su explicación y su pregunta. Para no adivinar, pídanle a su profe que revise su cuestionario previamente.

Nos encontramos en la ruta final del viaje. Ahora, hay que organizar la información que obtuvieron en el cuestionario. Con esos datos hay que actuar como un médico con un  tratamiento clínico: observación o chequeo, diagnóstico e intervención;  pongan en choque lo que ellos afirman acerca de su explicación y su pregunta. Tengan en cuenta si dicen algo contrario o, más bien, se aproximan a lo que ustedes dicen.

Ahora es necesario ver lo que otros no ven. Con la información recolectada observen que nuevas  ideas, significados o contradicciones aparecen. Registren en su libreta las novedades y  conclusiones sobre su pregunta y su explicación inicial. ¿Qué cambios han ocurrido en ustedes al aplicar este oficio de investigador? ¿Qué otros cambios observan que pueden darse con lo nuevo que saben de su realidad, bien sea el colegio, el barrio o familia?

Ustedes se preguntaron a dónde querían llegar con su pregunta, así que deben revisar si hay conexión con los aportes que otros les dieron. Tienen en sus manos el producto de su pregunta y de explicación inicial, representan el fruto de su responsabilidad y dedicación al oficio que decidió asumir en ayuda de sus padres, hermanos, amigos y profesor.  

La calidad de su producto necesita un formato para comunicarlo donde pueda ser entendido por su profe y por otros que han decidido el mismo oficio. En ese formato debe demostrar o defender cómo lograron desarrollar su pregunta.

Los  investigadores como ustedes negocian con su profes para demostrar los aprendizajes en un producto visible: ensayo, álbum, composición poética, pieza musical, pintura, póster, diapositivas, vídeo, portafolio, blog, webquest, entre otros.

¡Bienvenidos al oficio de investigar! Se han encendido en ustedes el placer de la curiosidad y el deseo de hacer preguntas fuertes y de final abierto. 

 


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Henry Alberto Berrio Zapata
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Empaqué en el equipaje de viaje de los estudiantes la herramienta más importante para cualquier destino: los argumentos.