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La importancia de entender la movilidad social y el bono demográfico en Colombia
La ventana de oportunidad que tiene Colombia en su juventud.
El gran objetivo en el diario vivir de las entidades como la nuestra, es promover oportunidades para mejorar la calidad de vida de las personas. La pregunta siguiente sería entonces, para qué son esas oportunidades. En la Fundación Corona consideramos que la movilidad social intrageneracional e intergeneracional, es nuestro gran fin.
El actual Plan de Desarrollo lo incluyó como uno de los ejes rectores: “Para facilitar procesos de movilidad social un país debe reducir inequidades que se van acumulando a lo largo de todo el ciclo de vida, con el fin de que los resultados de las persona no dependan de sus condiciones de origen o de otras condiciones físicas y sociales. La movilidad social por tanto debe abarcarse desde una mirada multidimensional, que favorezca el empoderamiento de las personas como actores de su propio desarrollo.”
¿Pero y esta movilidad a quién va a incluir? Actualmente, en Colombia estamos pasando por una etapa de transición demográfica en la cual se presenta una ventana de oportunidad para maximizar la generación de valor socioeconómico con la población económicamente activa, esto, debido a que se cuenta con una mayor proporción de población con capacidad de trabajar y producir en relación con la de los niños, jóvenes y adultos mayores.
Se estima que el bono demográfico actual del país, tendrá una duración de 5 años más, es decir, hasta el año 2020, momento en que la población menor a 15 años empezará a disminuir significativamente.
Es por este motivo que desde la Fundación Corona consideramos altamente relevante trabajar con la población joven actual, que será el capital humano que generará el cambio hacia el desarrollo económico y social del país.
Los cálculos son así: basados en el documento oficinal lineamiento para la generación de oportunidades para los jóvenes, para el año 2012, la población entre 14 y 28 años era de 12.5 millones de personas, lo que representaba un 26.8% de la población total del país. De acuerdo con las estimaciones de población del DANE, el porcentaje de población joven irá descendiendo lentamente, hasta que en el 2020 uno de cada cuatro colombianos tendrá entre 14 y 28 años.
Al interior de la población joven, la participación de hombres y mujeres está prácticamente equilibrada. Se estima que dentro de cinco años, un 51% de los jóvenes serán hombres y el restante 49% serán mujeres.
Adicionalmente, de acuerdo a las últimas cifras del Ministerio de Trabajo, 1.900.000 personas estaban buscando empleo durante el 2014, y 1.000.000 de ellas son jóvenes entre de 18 a 28 años.
Pero las brechas y desigualdades, van marcando el destino de las oportunidades y por lo tanto las posibilidades de tener movilidad. El siguiente cuadro ilustra cómo la educación y el acceso a la misma genera una gran diferencia con base en el estrato social.
Por ello el principal reto es fortalecer la pertinencia de la educación, ya que existe una clara desconexión entre el mundo laboral, la academia y las expectativas de los mismos jóvenes.
Las diferentes rutas para promover la empleabilidad al calificar el capital humano, tienen necesariamente que diversificarse. Existe la tendencia a considerar la educación universitaria como la única opción socialmente valorada. Pero el país necesita que sus jóvenes, basados en un plan de vida propio, conozcan y accedan a diferentes opciones que respondan a sus expectativas, posibilidades y condiciones.
Actualmente existen 1.279.172 personas estudiando en universidades, 82.587 estudiando técnico profesional y 619.136 estudiando carreras tecnológicas.
Entre técnicas y tecnológicas hay cerca de un total de 701.723 personas de las cuales 397.299 estudian en el SENA, y en las 3.100 entidades de formación para el trabajo hay al redor 1.259.393 estudiantes.
Dado que el número de estudiantes entre técnicas y tecnológicas y formación para el trabajo, duplican los estudiantes universitarios, es necesario hacer especial énfasis en ellos, no sólo por su importancia sino porque este este sector concentra una mayoría de población en estado de vulnerabilidad.
Trabajar con y por los jóvenes significa dirigir las políticas públicas y los recursos hacia el grupo de población que concentra el mayor potencial, pero también en donde confluyen gran parte de los factores desestabilizantes de la sociedad.
* Fundación Corona autoriza la publicación del artículo, publicado originalmente en La Silla Vacía.
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