Aprender a no pegarse

La cifra de niños que viven en países afectados por conflictos o desastres es alarmante: 535 millones, según Unicef. Esto se traduce en precariedad en los servicios de salud, educación y nutrición. A estas frágiles condiciones se suman el acoso, la violencia y el maltrato dentro de la escuela.

Ya en la Convención sobre los Derechos del Niño en su Artículo 29 se precisa “preparar al niño para asumir una vida responsable en una sociedad libre, con espíritu de comprensión, paz, tolerancia, igualdad de los sexos y amistad entre todos los pueblos, grupos étnicos, nacionales y religiosos y personas de origen indígena”.

Atendiendo a tal propósito, la Asociación Mundial de Educadores Infantiles sede España, creó un programa de educación para la paz en los niveles de primera infancia y primaria bajo la siguiente premisa: “Sabemos que sin cambios geopolíticos no hay solución a los conflictos del mundo, pero eso no quita que los maestros hagamos algo. Suena utópico, pero creemos que sólo a través de una educación rica en valores tendremos un mundo mejor. Por ejemplo, si se potencia la creatividad desde edad muy temprana, los niños aprenderán a resolver sus conflictos de forma creativa, y no a golpes”.

El programa, editado en español y traducido al inglés, bosnio y árabe, busca involucrar valores universales a través de actividades prácticas recogidas en una guía para el profesor. 

“Preparar al niño para asumir una vida responsable en una sociedad libre, con espíritu de comprensión, paz, tolerancia, igualdad de los sexos y amistad entre todos los pueblos, grupos étnicos, nacionales y religiosos y personas de origen indígena”. (Artículo 29, Convención sobre los Derechos del Niño).

Para Colombia, conocer la esencia del programa y cómo desarrollarlo en el aula puede ser de gran utilidad, así como valorar otros que han sido reconocidos por su eficacia como el programa finlandés KiVa contra el acoso escolar.

El éxito de estos programas radica en que incitan a entender que la educación en valores se tiene que dar desde las primeras etapas de la vida, a través de la experiencia; son 42 valores universales los que se trabajan en el programa de la Asociación Mundial de Educadores Infantiles: democracia, amabilidad, amistad, amor a la naturaleza, amor a lo nuestro, amor filial, autocontrol, autoestima, entre otros.