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Biblioteca de Alejandría – El corazón del conocimiento

La biblioteca de Alejandría fue la biblioteca más grande del mundo antiguo. En su interior se encontraban ‘Las semillas del mundo actual y moderno’, (Sagan, 1980). 

Septiembre 8, 2017

En el artículo Bibliotecólogos: factor de calidad en la educación, hacía referencia a la importancia de los bibliotecólogos en la gestión escolar, en este voy a destacar la importancia de la biblioteca de Alejandría ubicada en Egipto a inicios del III a.C.

Dicha biblioteca fue el centro de la ciencia y el conocimiento en el mundo antiguo, pues los textos se iban registrando y conservando en repisas que sumadas todas conformaron una gran biblioteca. Era como el google de hoy en día, con la diferencia en que las personas de otras regiones tenían que viajar para consultarla, cosa que no pasa hoy en día desde ya que desde un dispositivo electrónico conectado a la Internet podemos acceder a la información.

La biblioteca de Alejandría fue la biblioteca más grande del mundo antiguo. En su interior se encontraban “Las semillas del mundo actual y moderno” (Sagan, 1980). Autores como Ptolomeo coleccionaban textos con conocimientos antiguos, que se estudiaban y sobre estos se generaban nuevos conocimientos, contribuyendo de esta forma a lo que hoy se conoce como investigación científica, razón por la cual la expresión de que la ciencia se hizo adulta, en esta biblioteca tiene mucho   sentido.

“El progreso que se generaba no beneficiaba a todas las personas. La ciencia no hacia parte de la vida del público, las personas con bajos recursos tenían desventajas ante el acceso al conocimiento.”

Sin embargo, en la biblioteca de Alejandría la ciencia y el saber se reservaban a muy poca gente. La mayoría de la población no tenía idea de los grandes conocimientos que había en la en la ciudad. “Los hallazgos no eran explicados o popularizados, el progreso conseguido en la ciudad los beneficiaba poco, la ciencia no hacia parte de sus vidas” (Sagan, 1980). Los descubrimientos no eran explicados y mucho menos expresados a la sociedad. El progreso que se generaba no beneficiaba a todas las personas. La ciencia no hacia parte de la vida del público, las personas con bajos recursos tenían desventajas ante el acceso al conocimiento, algo similar a lo que pasa hoy en día las personas que por costos no pueden acceder a dispositivos con acceso a Internet.

Otro gran legado de la biblioteca lo encontramos en su último trabajador que era Hipatia, quien fuera 

matemática, astrónoma, física y dirigió la escuela neoplatónica de filosofía en una época en la cual la mujer no tenía oportunidades ni opciones. Cirilo arzobispo de Alejandría la menospreciaba por su amistad con un gobernador romano y por ser una mujer de saber y de ciencia. Hipatia enseñó y publicó sus conocimientos hasta el año 415 cuando de camino a su trabajo fue atacada por una multitud que la sacó del carruaje, rasgó sus vestiduras y le arrancaron la piel con conchas marinas.

Al final, la multitud decidió incendiar la biblioteca y llegó a su fin, “Es como si toda la civilización hubiera sufrido una especie de operación de cerebro para que sus recuerdos, descubrimientos, ideales y pasiones fueran eliminados de su memoria” (Sagan, 1980).

 

Referencias

Sagan, C. (2015). Carl Sagan sobre la Biblioteca de Alejandría. Recuperado de: www.youtube.com

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Abogado, con especialización en opinión pública y mercadeo político y Magíster en Educación.
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Ángel Yesid Torres Bohórquez
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