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Cómo preparar a los preescolares para una Economía Automatizada

Las habilidades fundamentales que afectan si las personas prosperan o no respecto al modelo de la economía moderna, son las brechas de logro que aparecen antes del jardín de infantes.

Septiembre 6, 2017

Amory Kahan, tiene 7 años y quiere saber en qué momento sería la hora de la merienda. Harvey Borisy, de 5 años, se quejó de un rasguño en el codo, y Declan Lewis de 8 años, se preguntaba por qué el robot de madera de dos ruedas programado para hacer el Hokey Pokey (canción infantil popular en estados unidos) no funcionaba. Suspiró, "Adelante, hacia atrás, y se detiene."  

Declan lo intentó de nuevo, y esta vez el robot se sacudió hacia adelante y hacia atrás sobre la alfombra gris. ¡Lo logró! gritó. Amanda Sullivan, coordinadora de campamentos e investigadora postdoctoral en tecnología para la primera infancia. Sonrió y pronunció "han estado limpiando sus robots de Hokey Pokey".

El mes pasado, en un campamento de verano, dirigido por el ‘Developmental Technologies Research Group’ de la Universidad Tufts, los niños aprendieron habilidades básicas como la construcción de bloques, también aprendieron la importancia de esperar por turnos, además de perseverar por encima de la frustración; de igual manera los investigadores, expresaron que los niños aprendieron las habilidades necesarias para tener éxito frente a la economía automatizada.

Los avances tecnológicos han hecho que el número de empleos obsoletos crezca en la última década, además los investigadores afirman que la mayoría de los trabajos, eventualmente serán automatizados. Qué perspectiva tendrá el mercado laboral cuando los jóvenes de hoy en día son lo suficientemente mayores como para trabajar, es quizás más difícil de predecir que en cualquier otro momento de la historia reciente.  Es probable que los trabajos sean muy diferentes, pero lo que no sabemos, es cuáles seguirán existiendo, muchos serán ejecutados por las máquinas y nuevas labores serán creadas.

Con el fin de prepararse, los niños necesitan comenzar desde una edad temprana el preescolar, afirman los educadores. Las habilidades fundamentales que afectan si las personas prosperan o no respecto al modelo de la economía moderna, que se está desarrollando rápidamente, son las brechas de logro que aparecen antes del jardín de infantes.

Respecto a los nervios sobre el futuro, algunos padres están incentivando a los niños a aprender a codificar desde los 2 años y los defensores de esta técnica dicen que, codificar es tan importante como aprender letras y números. Sin embargo, muchos investigadores y educadores dicen que el enfoque en la codificación está fuera de lugar y que las habilidades más importantes para enseñar tienen que ver con jugar con otros niños y nada que ver con las máquinas,  habilidades humanas que las máquinas no pueden replicar fácilmente, como la colaboración y resolución de problemas.

"Es un verdadero error entender que simplemente aprender a codificar es la respuesta", dijo Ken Goldberg, el presidente de ingeniería de la Universidad de California en Berkeley. "No necesitamos que todos sean codificadores extremadamente capaces de Python (es un lenguaje de programación interpretado), esta es una forma de entender en qué son buenas las máquinas y en qué no lo son, es algo que todo el mundo necesita entender".

No se trata de que la tecnología deba evitarse; muchos investigadores dicen que los niños deben estar expuestos a ella, pero lo que no sabemos es de qué serán capaces las máquinas en dos décadas y mucho menos qué programas informáticos utilizarán los ingenieros de software. Los niños aprenden mejor, jugando y construyendo en lugar de sentarse detrás de las pantallas, pronunciaron.

"No queremos que todos estos jóvenes estén sentados frente a una computadora", dijo Marina Umaschi Bers, profesora de informática y desarrollo infantil que dirige el grupo de investigación Tufts,  "queremos que tengan actividad de movimiento y trabajen los unos con otros".

La Sra. Umaschi Bers desarrolló el robot Kibo, el que Declan estaba usando con Scratch Jr, este es un lenguaje de programación para los niños menores de 7 años; pero ella dice que el punto central, es enseñar el pensamiento computacional. Eso significa esencialmente, descomponer los problemas en partes más pequeñas y crear planes para resolverlos,  con prototipos, retroalimentación y revisiones  en todas las partes de la vida.

"Esa es la clave para la programación, y es clave para la vida", dijo. Su programa de estudios es utilizado en escuelas de todo el país y en el extranjero, en el cual se enseñan habilidades como la participación y la perseverancia, además este se relaciona con las otras materias, los niños programan robots para representar una historia que están leyendo, por ejemplo.

Estas ideas se remontan a cinco décadas atrás, las cuales provienen de Seymour Papert, un matemático y teórico de la educación. Los niños aprenden mejor cuando un maestro o una computadora alimenta su conocimiento, deben seguir su curiosidad haciendo cosas, ya sea un castillo de arena o un robot, dijo. Al igual que los programadores de computadoras, los niños cometen errores y los resuelven a lo largo del camino.

En 2006, Jeannette Wing, especialista en computación de Columbia, revisó la noción de pensamiento computacional como una habilidad para que todos lo puedan aprender y usar. "El pensamiento computacional es una manera en que los humanos resuelven problemas", escribió; además dio ejemplos cotidianos: "cuando tu hija va a la escuela por la mañana, pone en su mochila las cosas que necesita para el día; eso es prefetching y caching" (técnica utilizada por los procesadores de la computadora para mejorar el rendimiento de la ejecución mediante la recolección de instrucciones o datos desde su almacenamiento original).

En el campamento de verano de Tufts, los niños programaron un robot, el cual no tiene pantalla, en cambio usa bloques de madera coloreados, un escáner de código de barras y una secuencia de bloques etiquetados con comandos como "gire a la derecha" o "gire".

En el ejercicio habían aprendido una sintaxis importante, el programa debe comenzar con un bloque verde llamado "comenzar" y terminar con un bloque rojo al cual llamaron "fin". Nico Luker, de 6 años, decidió probar lo que sucedería si escaneaba un programa sin el bloque "final", "no funcionará sin un final", predijo Noam Webber, de 6 años. Efectivamente, el robot se quedó quieto.

Durante la realización del trabajo, los niños aprendieron sobre el trabajo en equipo, el fracaso y el compartir. "La tecnología puede ser un vehículo para ayudar a las personas a crear y colaborar de manera apropiada, pero al final del día, las personas necesitan aprender a trabajar con la gente", dijo Umaschi Bers.

Al comienzo, los maestros ponen todos los materiales encima de las mesas y los niños toman lo que necesitan, algunos tratan de coger todo, lo que desencadena una conversación sobre el compartir y las decisiones éticas.

Existe un área donde los niños realizan las pruebas de sus robots, en esta área los niños obtienen puntos por todas las veces que intentan algo y su resultado fracasa. "No creamos un ambiente artificial donde todo va a funcionar", dijo Umaschi Bers."Los dejamos enfrentarse con la  frustración, porque sólo así aprenderán a manejarla al momento de encontrarla".

La enseñanza de las habilidades sociales y emocionales está cada vez más de moda en la educación en este momento, sin embargo ha sido parte de la enseñanza de alta calidad durante décadas, y los ensayos aleatorios con el tiempo han demostrado lo importante que es para el éxito de los adultos, dijo Stephanie M. Jones, Harvard estudiante de desarrollo social y emocional.

"Si enseñas y educas a los niños para que sean flexibles, solucionadores de problemas y buenos comunicadores, pueden adaptarse a un mundo nuevo", dijo.

Esto es natural para la forma en que aprenden los preescolares, dijo David Deming, profesor de política pública, educación y economía en Harvard. Se mueven con agilidad del área del arte al área de bloques durante su recreo; construyen estructuras y hacen collages, comparten juguetes y lo intentan una y  otra vez cuando fallan.

Un gran desafío (y uno que él mencionó que es esencial para preparar a los niños al momento en que se enfrenten al mercado laboral, en la cual la rutina y las tareas individuales comiencen a ser automatizadas) es asegurarse de que este estilo de educación no se pierda en grados superiores, cuando los maestros recurran a clases magistrales y estandarizadas. Al igual que los niños preescolares, aprenden matemáticas al operar una tienda simulada en lugar de hacer hojas de trabajo, sugiere que los estudiantes de secundaria aprendan sobre el gobierno mediante un simulacro de prueba del Congreso, en lugar de leer un libro de texto.

"Estás aprendiendo a trabajar en grupos y ser creativo, y este problema al que te enfrentas hoy luce como uno que enfrentaste en un contexto diferente hace un año", dijo. "Es un proceso que es muy difícil de replicar para la inteligencia artificial".

 

Escrito por: Claire Cain Miller y Jess Bidgood

 

Traducción: María Fernando Monroy

Fuente: www.nytimes.com

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