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¿Que no hay plata? ¡Mentiroso!

La respuesta justa, equitativa, legítima y por tanto digna no podría ser otra que la ¡de dónde sacamos la plata!

Junio 15, 2017

“No hay plata, ya raspamos la olla”, no es una respuesta a alguien sobre algo que todo el mundo reconoce como necesario, justo, legítimo – por lo menos esa parte del discurso no la cortan los pregoneros R.C.N (radio casa de Nariño) y su colega CARACOL (cadena de repetidores  y alienadores  de colombianos) del acto de magia de quienes chambonean vulgarmente para llenar las arcas de sus partidos y de sus seguidores en el poder.  Intelectuales, políticos, padres de familia, estudiantes todos nos dan la palmadita en la espalda y nos dicen “sí,  ustedes merecen ese aumento” pero ni siquiera cuando tienen que tener la paciencia de ver pasar los ríos de maestros quemándose la cara mendigando su salario en las calles, nos reconocen como sujetos de una injusticia y de la mayor ilegalidad y estafa, y que en justicia reclamamos, “que fastidio otra vez los maestros jodiendo”.

Sí, eso de la educación primero, y sí, eso de hacer de Colombia la más educada… y otra cantidad de “esos...” fueran ciertos, si fuera algo sentido, reconocido y legitimado por quienes tienen la mano sobre el montón. La respuesta justa, equitativa, legítima y por tanto digna no podría ser otra que la ¡DE DONDE SACAMOS LA PLATA! Exactamente como se ha hecho con el paro arrocero, con el paro camionero, con paro el paro judicial. Pero nos creen estúpidos y a como papá regañón con la mano en la billetera nos dice que NO, olvídese.

Antes de intentar sugerirle a los dos genios o magos de la economía (Cárdenas, Santos y compañía  muy limitada) escondidos detrás de los cacareos de una ministra -que ni si quiera pausa hace al hablar, volviendo su discurso, eso: un cacareo de gallina alborotada-; antes de darles algunas estrategias lógicas, justas, equitativas y democráticas y no políticas, partidistas y neoliberales, entendamos esta tesis: la plata solo es un recurso para… es un medio y por tanto su finalidad no está en ella, si no en quien tiene la mano encima de ella. La distribución de eso que la gente no entiende llamado presupuesto, regalías, situado fiscal, transferencias, IVA, impuesto de guerra, ahora impuesto de paz pero impuesto al fin y al cabo, etc… no obedece a un mandato divino, ni a un dogma inquebrantable como nos lo pretenden hacer ver los economistas expertos sentados en los sets de absolutamente todas las cadenas de noticieros de este país dominado por ese poder. La distribución depende de LA VOLUNTAD POLITICA EDUCATIVA, es decir: no es que no haya plata – y nuestro genio lo dijo: “NO HAY PLATA….PARA EDUCACIÓN”,  traduzcámoslo:  no me da la gana, pues de la convicción sagrada- ella sí- de que solo con la educación hay liberación de los pueblos, equidad, justicia, paz, desarrollo para todos y todas y cada uno de los que en este momento no tienen voz, pero si responsabilidad por su incapacidad de ver más allá de las luces de la televisión, esa convicción no hay en alguien que está preocupado por financiar su continuidad en el poder y en la economía de esta hurtada y atracada nación. Por arte de magia, y en medio de la “mayor crisis fiscal” “en medio de los llamados a “la responsabilidad fiscal” Cárdenas Santos y compañía limitada hacen surgir UN BILLON Y MEDIO, no para solucionar el problema del puerto y de  la región de la familia Parody, sino para asegurar los votos del 2018. En síntesis decir que no hay plata es tan chambón como meter en un decreto plata para la contienda electoral. Señor presidente no sea mentiroso no está hablándole a estúpidos. 

“Que fastidio otra vez los maestros jodiendo”.

Plata hay y por eso el malestar de los maestros y de los estatales, la estamos viendo debajo de la mano de Cárdenas que mágicamente satisface a los partidos y sus campañas, en particular para Prieto su socio minoritario encargado de la campaña de… en el 2018, para el Ubérrimo y su distrito de riego, para las los Agro Ingreso seguro, para las deudas de los contratistas de Oldebrecht que abrieron la boca antes del 18, para Trump, para los generales, para la guerrilla y para toda una cantidad de negocios particulares en manos de las Iglesias, de familias de políticos llamados colegios y universidades privadas con el encantamiento de un acto llamado “ser pilo paga”, para los “honorables” senadores y representantes que son los únicos que le fisgonean la mano a Cárdenas Santos y compañía limitada,  los únicos que conocen cuanto el patrón de la DIAN  recoge de sangre y sudor en impuestos, reformas tributarias de la clase trabajadora y alienada por Radio Casa de Nariño y Cadena de Repetidores Alienadores de Colombianos).

Que sea este el momento de los maestros, de enseñarles a los magos a hacer bien sus trucos, que si la condición para negociar son unas propuestas, pues aquí las tienen:

  • Capitalicemos “el sacrificio”, la “entrega”, “el desinterés”, “la generosidad” de los senadores, empezando por el Ex presidente, empresario, agricultor, ganadero URIBE VELEZ  y todos los que se van a vacaciones con nuestro dinero. Echemos manos del altruismo de un NOBEL DE PAZ  y tan solo, tan solo PELLIZQUEMOS  sus salarios, sus comisiones, sus escoltas, sus presupuestos. Que bello sería el día en que los familiares de los políticos que siguen llenando sus cuentas con los dineros de nuestros impuestos y a quienes estúpidamente les seguimos rindiendo pleitesía poniendo los nombres de sus ancestros, asumieron a simple título de “caridad” la reconstrucción de los miles de edificios que se caen en los municipios de Colombia y que por los bazares y cooperativas de los niños se siguen sosteniendo.
  • Adorados reyes Magos escuchen por un solo instante la voz de auténticos premios nobeles de paz como Mandela y como Malala, y en homenaje a ellos disminuyan las balas, los camuflados, los tanques, los aviones, los sueldos, las prebendas no de los soldados, no de los patrulleros, sino de los generales y sus contratistas, pónganlos a ganarse el honroso título de “héroes de la paz” y así como dicen los expertos que lo presupuestado es sagrado, que no se puede ni tocar y que si se quiere dar gusto a unos – a los maestros- hay que quitarles a otros,  y si fuera cierto por una vez tan solo por una vez en la historia cambiemos el renglón de destinación, que lo que dice ministerio de defensa y de guerra equivocadamente pongamos – por solo una vez- ministerio de educación.
  • Escuchemos y afanemos a las cortes, a los jueces y de una vez por todas saquemos a la luz pública las sentencias que fueran “presuntos” escándalos; recojamos la plata de AGRO INGRESO SEGURO, de OLDEBRECHT,  vayamos a donde sus familiares, donde sus testaferros, recurramos a su vergüenza  y tomemos no solo sus bienes, sino los de sus abogados, los de sus tramitadores que ya son públicamente conocidos.
  • Encarcelemos y expropiemos como narcotraficantes a los que trafican con la salud de los maestros, con la salud de los colombianos, con los refrigerios de los niños, con los subsidios escolares y levantemos la mano del montón y entreguémosla a quienes en justicia le corresponde
  • Gravemos a las Iglesias, a esas ONGs, Fundaciones de políticos o familiares de políticos, y a los políticos que como María Cecilia Vélez, Enrique Peñaloza comparten los dineros de una educación privatizada con platas del estado,  que sistemáticamente, históricamente han hecho negocio con la educación del país, obliguémoslos a abrir sus lujosos colegios, sus lujosas universidades no con la plata de los pobres, la que ellos han acumulado para una educación pública. Obliguémoslos a pagar sueldos justos a sus maestros. No más al robo de refrigerios, restaurantes, transporte, sudaderas, tablets, computadores para las escuelas sin luz. Declaremos ese capítulo de corrupción delito de lesa humanidad.
  • Vamos por la plata de la guerrilla, las caletas de dólares y euros manchados con la sangre de maestros, y niños que en las escuelas del campo se sometieron a las balas de ellos. Obliguémoslos a reconstruir escuelas, a construir sus propios colegios, sus propias universidades.
  • Por un solo periodo de gobierno cerremos las puertas a las multinacionales, no dejemos que nuestros recursos se vayan a la banca multinacional. O por lo menos obliguemos a que paguen “impuesto a la paz”, así como le pagaron generosamente a la guerrilla el impuesto de guerra. Tienen la oportunidad de explotar nuestras minas, nuestros recursos con el amparo de gobiernos apátridas que legislan para ellos, por lo menos con los huecos dejen escuelas.
  • Declarémonos en emergencia (ya raspamos la olla) y no les paguemos la gana de los intereses de esas entidades que se roban la plata y el modelo de una educación propia y nativa.
  • Metámosle la mano a los bolsillos de los irresponsables padres de familia con hijos abandonados al amparo de maestros y orientadores, que alcahuetamente chupan los recursos de las instituciones educativas repitiendo dos y hasta tres años escolares a cuentas del estado. ¿Acaso esto no es peculado? Obliguemos a las ex ministras de educación que les devuelvan la calidad a los hijos de su promoción automática. Niño repitente, niño que paga su educación. Y verán que nos rogaran nos entutelaran para que reprobemos estudiantes, cosa que jamás sucederá porque el alma de un maestro no es como la de un político.

Llegó la hora de hacer un acto de magia por la educación. Si no hacen aparecer la plata que nos deben, nos merecemos y necesitamos hagámoslos desaparecer en las mentes y en las inteligencias de los niños mediante el auténtico acto de magia de la educación LA CONCIENCIA DE CLASE DE ESTE PUEBLO QUE LE PEGA AL QUE ESTÁ CAIDO. Cada uno hagamos la magia de hacer aparecer cuatro o cinco familiares, simpatizantes y publica y en vivo para que no haya encantamientos de RCN ni CARACOL firmemos el compromiso de desterrar a la clase política de esta generación. Cada uno cante su número para que el Registrador sepa que nuestra firma se respeta. Que un MOVIMIENTO CIVICO Y POPULAR es la última instancia de lucha antes de la revolución.

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Profesor de ética y religión colegio Divino Maestro, Distrito de Bogotá. Catedrático de humanidades de la Universidad de la Salle. Nominado y finalista del Premio Compartir en 2004 y 2013.
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Martial Heriberto Rosado Acosta
Gran Maestro Premio Compartir 2004
Sembré una semilla en la tierra de cada estudiante para que florecieran los frutos del trabajo campesino en el campo que los vio nacer