Química para la vida

Lograr despertar el interés de los estudiantes por el estudio de la química no es tarea fácil para un profesor; sin embargo María del Rosario Cubides consigue que sus alumnos le encuentren el sentido trabajando con rigor el método científico pero a través de la vivencia de los mismos procesos en estudio.

Vivimos una época en la cual la ciencia y la tecnología ocupan un lugar fundamental en la vida cotidiana de las personas. Ámbitos tan importantes  como la alimentación, la medicina, entre muchos otros, están suscritos por los avances científicos y tecnológicos. En ese sentido, es impensable que un estudiante de hoy logre comprender el mundo y desenvolverse en él sin una formación científica básica. Esto es precisamente lo que la profesora María del Rosario busca alcanzar con sus estudiantes.

En un mundo cada vez más complejo, cambiante y desafiante, resulta indispensable que los alumnos cuenten con los conocimientos y herramientas necesarias que proveen las ciencias para comprender su entorno y aportar a su transformación.

Desarrolló una fórmula que permitió a los alumnos combinar elementos para fundir la ciencia con su vida cotidiana.

El valor de esta experiencia Química para la vida radica en que a través de las actividades y experimentos que la profesora propone, los estudiantes logran asombrarse, observar y analizar lo que acontece a su alrededor; formularse preguntas, buscar explicaciones y recoger información; compartir y debatir con otros sus inquietudes, sus maneras de proceder.

Sí, María del Rosario logra formar jóvenes que entienden el sentido y la utilidad de la química para entender el mundo que los rodea con una mayor profundidad. Podría decirse que desarrolló una fórmula que permitió a los alumnos combinar elementos para fundir la ciencia con su vida cotidiana.

¡Felicitaciones maestra!