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Experiencia pedagógica: ¡Ojo al oído!

Gracias al gozo consciente y la comprensión de la música 'clásica' del Barroco europeo, los alumnos fortalecen su capacidad de escucha y atención.

Enero 16, 2016

Presentación de la experiencia

Con este trabajo pedagógico me propuse, principalmente, fortalecer la capacidad de escucha de los estudiantes y su atención, así como enriquecer su memoria, mediante el gozo consciente y la comprensión de la música 'clásica' del Barroco europeo, teniendo en cuenta el contexto histórico y cultural de la música que se aprendía. Al invitarlos a agudizar su perceptividad y su memoria auditiva busqué enriquecer su creatividad y expresividad artística, y además motivar cambios positivos de actitud entre ellos, tales como la disminución de agresividad, una mejor comunicación y una convivencia más sana e imaginativa, tanto en el colegio como en familia.  

Para realizar esta tarea, apliqué el método de George Balan (1994), que yo misma venía aprendiendo y experimentando con entusiasmo. Me apoyé también en otras investigaciones sobre el oído humano. Fortalecí la orientación psicopedagógica y epistemológica con las ideas de varios investigadores de la corriente constructivista y con otras del neurocientífico colombiano Rodolfo Llinás (2003).  

Este proyecto logró sus objetivos a pesar de las situaciones afectivas y económicas difíciles que viven muchos de los estudiantes en el hogar, de la escasez de recursos materiales en el colegio y del reducido tiempo que se le asigna a esta materia. El proceso comenzó con el rechazo de los estudiantes, de los cuales muchos no conocían este género musical. A la mayoría esta música les parecía "aburrida", "del año de upa", pero poco a poco fuimos profundizando y apropiándonos sentida y analíticamente de la estructura de obras de Motzart, de Vivaldi y de otros compositores, y enriqueciendo la propia expresión. Tanto a ellos y ellas como a mí nos sorprendió ver cómo desde las primeras clases se mostraron entusiasmados, felices; como que habían descubierto algo nuevo, como que entendieron algo que los asombró, lograron expresiones corporales, poéticas, musicales de géneros más familiares para ellos y ellas y gráficas de buena calidad. La mayoría expresó que la clase de música les enseñó a tranquilizarse, a organizar sus ideas, a concentrase y a prestar atención a lo que hacían. Además, el que muchos estudiantes proyectaran el método de escucha consciente a sus padres, 305 (91.0%), aunque al principio causara estrés, motivó el diálogo en familia, despertó manifestaciones de afecto, bajó niveles de maltrato, incrementó el respeto mutuo. Un poco más del 50% de padres desearon seguir escuchando la música clásica con sus hijos.

Me atrevo a afirmar que los buenos resultados de este trabajo tienen que ver con que la escucha atenta de piezas musicales bellas y complejas es una muy rica experiencia cultural que permite compartir y le da nuevos sentidos a la comunicación entre los estudiantes. Que este tipo de experiencia contrasta con otras actividades que cautivan a niños y niñas, pero que acrecientan su ensimismamiento e impiden su maduración social, como son ver T.V. y el uso del computador.

Considero que para que este proyecto tenga un mayor impacto, se afine más y pueda replicarse, requiere ser replanteado como investigación pedagógica, de modo que encontremos caminos cada vez más útiles para potenciar en contexto la experiencia estética y la creatividad artística de los estudiantes, promoviendo a la vez interacciones vitales.

Retos pedagógicos y culturales

¿Será posible que si los estudiantes practican el método de la escucha consiente de la música clásica pueden mejorar su atención, su concentración, su expresividad; pueden potenciar su creatividad artística?

¿Será que la escucha de la música clásica con ésta metodología, puede mejorar positivamente las relaciones interpersonales de los estudiantes, bajar tensiones y miedos?

Metodología y didácticas

El método aplicado se basa en el principio de la escucha entendida como el arte de fijar la atención en los sonidos. El maestro construye el conocimiento musical llevando a los estudiantes a escuchar y comprender la estructura de la organización de las partes que conforman la pieza musical; el mapa, la anatomía de la obra, con el fin de reconocer las bases sobre las cuales esta sostenido el discurso musical.

Este proceso de comprensión pasa por una serie de estadios que van desde la activación de la atención, concentración, interiorización, observación, abstracción, comparación, reorganización y sistematización de la información, que tiene como resultado final la aplicación de un nuevo conocimiento al contexto y/o a la vida del estudiante que lo experimenta. Se parte del principio de que el aprendizaje se compone no sólo de representaciones personales, sino que se sitúa asimismo en el plano de la actividad social y la experiencia compartida del estudiante. Para lograr esta comprensión el estudiante –escucha fija la atención en una obra musical a través de acercamientos sucesivos a fragmentos musicales que se repiten, añadiendo paulatinamente más trozos musicales para interiorizar las partes que la componen.

El musicólogo rumano George Balan, brinda un acercamiento activo y clarificador a la música de los grandes maestros por medio de la confección de sencillos referente visuales representados mediante movimientos que favorecen una escucha participativa. La observación progresiva sobre cómo los sonidos se integran y se organizan, permite descifrar cómo está construida la obra, desarrollando un proceso de sinapsis. Cada vez que se hace la escucha se repite la experiencia dejando que el sujeto se involucre activamente en el proceso de observación consciente, reconociendo los objetos, transformando las emociones en sensaciones, para reconocer poco a poco de manera objetiva la composición.

Se trata de la objetivación de la experiencia musical a través de la escucha repetida, haciendo un esfuerzo por captar con la mayor claridad mental el sentido y la lógica de la música que, en un comienzo, deja las imágenes visuales y emocionales más o menos subjetivas. El docente maneja estas dos dimensiones articuladas de aprendizaje para promover la actividad cognoscente y afectiva del estudiante quien, en últimas, elabora o reconstruye la información y le da sentido en su medio. Al aplicar este método el docente ya no es más un trasmisor de conocimientos, sino el organizador y mediador en el encuentro del estudiante con el objeto de conocimiento y con su entorno.

En consecuencia con todo lo anterior, diseñé una serie de didácticas en las que mediante la escucha consciente de la música clásica, utilizando técnicas de respiración, de relajación, para lograr aumentar la precisión auditiva y estimular la concentración, los estudiantes pasaban paulatinamente a la expresión corporal y gráfica. Así, los estudiantes gradualmente:

  • Conocen o reconocen su mundo interno, como producto de la interiorización del proceso musical estructurado.
  • Conocen o re-conocen el mundo externo, mediante la clasificación y codificación de la información.
  • Reorganizan los procesos internos a través del ejercicio del canto, de la repetición gráfica o escrita del fraseo melódico, que se puede comunicar, expresar, compartir y explicar interactivamente. Es decir, el sujeto concretiza el conocimiento para comunicarlo.
  • Reconocen los contextos socioculturales y la biografía de los compositores cuya música disfrutan y aprenden a escuchar.
  • Socializan y analizan los procesos realizados.
  • Proyectan los aprendizajes adquiridos a la comunidad.

Material original.

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Profesora de artes
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Ángel Yesid Torres Bohórquez
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