Frente a los hechos presentados, el Gobierno Nacional está trabajando con la Fiscalía, la Policía y la Unidad Nacional de Protección.
El magisterio asegura que los formadores no tienen garantías para prestar los servicios pedagógicos en el departamento.
Frente a amenazas como las del juego de la ballena azul, la clave está en el acompañamiento de parte de docentes y padres de familia.