Desarrollé una fórmula química que permitió a los alumnos combinar los elementos claves para fundir la ciencia con su vida cotidiana sin confundir los enlaces para su futuro.
Una de las grandes tareas que tiene la escuela es la de cambiar esa idea de que la Ciencia solo se aprende en los laboratorios y darle la oportunidad a esos científicos en potencia que llenan nuestras aulas y que están interesados en los misterios de esta.
Estudiantes que reconocen en las historias de víctimas las razones que les hacen ser diferentes para lograr avanzar en la construcción de su propia identidad.