La sabiduría de la pedagogía es comenzar desde un lugar de confianza y oportunidad, algo más fácil de decir que de vivir y es lo que los maestros también merecen.
Abro una ventana a los niños con discapacidad para que puedan iluminar su curiosidad y ver con sus propios ojos la luz de la educación que hasta ahora solo veían por reflejos.
Escribir, para los estudiantes, puede ser una forma de mostrarles que son pensadores y escritores, que tienen una historia que contar y alguien quiere escuchar.