Un país con una amplia diversidad etnica y cultural sirve de escenario para un gran laboratorio social y educativo para transformar la vida de cientos de miles de personas.
Empleados de universidades públicas brasileras salieron a las calles de Brasilia a exigir mejoras salariales y protestar por el recorte de presupuestos a la educación estipulado por la administración Rousseff.