Los llamados a eliminar o reducir las ciencias sociales y las humanidades de todos los niveles educativos en diferentes países, aunadas a una política estatal que las menosprecia, han puesto a esta área del saber en su mayor encrucijada.
Las ciencias sociales han estado envueltas recientemente en una controversia alrededor de su relevancia. Sin embargo, es esencial conocer su definición para poder defender su permanencia en el currículo escolar.
Diseñando artefactos para resolver problemas de la vida cotidiana los estudiantes desarrollan su creatividad, su pensamiento tecnológico y aprenden el valor del trabajo en equipo.
Las ciencias sociales y humanidades deben justificar constantemente su utilidad, en un mundo que se rehúsa a ver lo necesarias que son para el bienestar y la innovación