Gracias a las piezas del Tangram chino, los maestros y estudiantes aprenden de forma dinámica la relación coherente entre varias ideas, acciones o cosas.
Desarrollé una fórmula química que permitió a los alumnos combinar los elementos claves para fundir la ciencia con su vida cotidiana sin confundir los enlaces para su futuro.
Por medio de situaciones cotidianas, como el pasaje del transporte público o las recetas gastronómicas, los alumnos aprenden la proporcionalidad directa.
Interpretar las condiciones de aplicación de este teorema será mucho más sencillo con esta actividad, la cual está apoyada en el programa dinámico de Geogebra.