Gran parte del mundo ha acogido la democracia como la forma más idónea para elegir y practicar los modos de gobierno y a la vez para regir todas las dinámicas de la convivencia en sociedad.
La institución educativa tiene el reto de llevar a las nuevas generaciones a superar las precariedades de esta democracia, gobernada por minorías, y a transformarla en una inteligente, gobernada por mayorías.