A veces el papel, los extensos talleres y la monótona escritura de las clases tradicionales nos llevan a morir intelectualmente. Pero hay alternativas: el C.I.T.
Debido a la presión social y familiar o al afán de que aprendan más rápido, en algunos casos los niños y adolescentes son forzados a asistir a clases extracurriculares.
Ofrezco a cada uno de los alumnos un lápiz mágico y los invito a escribir su propia historia enmarcada en los cuentos y leyendas de su cultura indígena.