Abro una ventana a los niños con discapacidad para que puedan iluminar su curiosidad y ver con sus propios ojos la luz de la educación que hasta ahora solo veían por reflejos.
Tener el poder de visualizar el futuro incierto resulta toda una aventura sin precedentes. Y mientras eso es posible, podemos contar con algunos presupuestos que nos podrían facilitar la tarea.