Crónica de un complejo camino que tuvo que recorrer uno de los representantes de la Fundación Compartir para visitar a un pueblo recóndito donde se realizaba la labor de uno de los postulantes a este reconocimiento.
Diseñando artefactos para resolver problemas de la vida cotidiana los estudiantes desarrollan su creatividad, su pensamiento tecnológico y aprenden el valor del trabajo en equipo.