Aprender electrónica y programación nunca fue tan divertido como ahora, gracias a este desarrollo tecnológico que vincula educación y recreación en un solo “rostro”.
Logré vincular el aula y la comunidad rural a través de expediciones que marchaban tras la huella de la cultura local en tertulias de lectura que se convirtieron en lugares de encuentro entre los padres, los hijos, los textos y la escuela.