Aquí los problemas ya no se centran en los mecanismos de procesamiento y recuperación de la información, sino en la forma como las personas comparten recuerdos.
Una propuesta que ilustra cómo contribuir, desde el área de ciencias sociales, a formar a los estudiantes y jóvenes de hoy como actores de la historia.
Con la construcción de un museo a escala por los mismos estudiantes se mezcla historia, geografía y derechos humanos, en donde ellos mismo son los guías, creadores y protagonistas ante la comunicada educativa.
La historia de las civilizaciones indígenas antes de la llegada de los españoles pareciera no tener un lugar importante en el área de ciencias sociales.