Todos los actores implicados en el proceso de educación, independientemente de su rol, deben tomar conciencia y entender las necesidades reales de los estudiantes.
Ver la labor educativa como el mapa de un tesoro en el que el amor es la brújula, permitirá que historias como la de Sonya Romero, y la de miles de maestros trasciendan las circunstancias e impacten vidas.
Concibo al maestro como la encarnación del modelo de ser humano de una sociedad mejor. Él encarna todos los valores que quisiera ver reflejados en una mejor sociedad.
Es casi contradictorio que, hoy por hoy, cuando todos al unísono hablamos de la educación como base del desarrollo económico y social se sigan manteniendo estereotipos de género que condenan a la educación a la mediocridad y a la desigualdad.
Un estudio realizado por la Universidad Internacional de Valencia (VIU) en España, realizó un diagnóstico sobre la relación entre estudiantes, profesores y nuevas tecnologías.