Aunque la pasión por las matemáticas nació con él, fue el amor y la dedicación de un puñado de maestros quienes llevaron a José Fernando Isaza a entender el lenguaje de la naturaleza a través de la geometría.
Tres personas que cambiaron la vida de un hombre incentivando el valor de la honradez, la pasión por los libros y una vocación eterna por la literatura y el periodismo.
Concibo al maestro como la encarnación del modelo de ser humano de una sociedad mejor. Él encarna todos los valores que quisiera ver reflejados en una mejor sociedad.
Las lecciones que trascienden el aula de clase son importantes. Sin embargo, lo aprendido por medio de la disciplina, el ejemplo y la profesionalidad es un regalo de la vida que ayuda a ser mejores personas.
El Maestro Darío Echandía cultivó en Martha Seen la capacidad de observar y analizar con agudeza su entorno, dándole otra perspectiva de la, frecuente y abismal, diferencia entre el concepto y la realidad
Guillermo Quiroga fue un profesor inolvidable para Ernesto Samper, su forma de enseñar hizo que se despertara en él el interés por la política y fue pilar para que más adelante fuera presidente de Colombia.
La maestra de maestras, así recuerda Totó a su madre quien para ella fue la persona que más marcó su vida, enseñando, aún antes de nacer, el amor por el canto y la música.
Juan Gustavo Cobo recuerda aquellas clases que lo trasnportaban a Nínive, Babilonia y Egipto; aquel viejo atlas, lo recio del caracter de su profesor, la pasión con este enseñaba historia universal al punto de convertirlo en un lector de la vida.