Una caminata, la usual lluvia de ideas y el uso de sombreros de diferentes colores son sólo algunas de las técnicas que fortalecen esta habilidad.
Segunda entrega de esta columna que reflexiona alrededor de la tristeza como motor transformador del pensamiento.
Educar la tristeza del pensamiento significa educar para la modestia, la honradez, el extravío y la tolerancia.