Lo ocurrido el 2 de octubre de 2016 en Colombia es propio de una novela de Ciencia Ficción, cargada del más puro realismo mágico Garciamarquiano que requiere.
Es necesario que el Gobierno Nacional y los gobiernos locales redistribuyan los recursos de sus presupuestos y utilicen gran proporción de ellos para invertirlos en la educación.
Un rector se despide de los hermanos Michael y Anabella Julio Yepes, estudiantes privados de su vida por cuenta de su propio padre. Un adiós para estos jóvenes que ahora estudian en otro lugar más alto.