El bálsamo de Fierabrás es presentado por Cervantes, en boca de Don Quijote, como una especie de panacea para cualquier problema de salud; un remedio mágico que todo lo cura.
Tenemos que ver a nuestros alumnos, ver qué les inspira, qué les llama la atención, qué se les da bien, qué les entusiasma, cuáles son sus miedos o temores.