Aunque la pasión por las matemáticas nació con él, fue el amor y la dedicación de un puñado de maestros quienes llevaron a José Fernando Isaza a entender el lenguaje de la naturaleza a través de la geometría.
Tres personas que cambiaron la vida de un hombre incentivando el valor de la honradez, la pasión por los libros y una vocación eterna por la literatura y el periodismo.
El Maestro Darío Echandía cultivó en Martha Seen la capacidad de observar y analizar con agudeza su entorno, dándole otra perspectiva de la, frecuente y abismal, diferencia entre el concepto y la realidad
Concibo al maestro como la encarnación del modelo de ser humano de una sociedad mejor. Él encarna todos los valores que quisiera ver reflejados en una mejor sociedad.
Caminitos de libros al alcance de de los bebés, de los niños, de los grandes. La historia de amor entre Yolanda Reyes y la escritura fue marcada por su padre y su maestra María Stella
La maestra de maestras, así recuerda Totó a su madre quien para ella fue la persona que más marcó su vida, enseñando, aún antes de nacer, el amor por el canto y la música.
Juan Gustavo Cobo recuerda aquellas clases que lo trasnportaban a Nínive, Babilonia y Egipto; aquel viejo atlas, lo recio del caracter de su profesor, la pasión con este enseñaba historia universal al punto de convertirlo en un lector de la vida.
El amor por educar marcó la vida de Leonor permitiéndole entrar a la vorágine del arte donde sus sentidos se abrieron al espacio, a las formas, a los colores, a las texturas, a los sonidos, a las sensaciones y a las experiencias; constituyendo la expresión más pura de su ser..