La identidad personal puede ser la razón por la que socialmente se identifica a una persona como “el otro”, es decir, no perteneciente a nuestro grupo.
Escribo estas líneas porque siento que la suerte del país está en nuestras manos, los maestros, los que le apostamos al poder transformador que tiene la educación.
A través de expresiones artísticas, Carmen Silvia Díaz ha construido una atmósfera de confianza en el aula para que sus estudiantes cuenten sus historias y vinculen lo estético con sus propias realidades.
Para avanzar por el camino de construcción de nación debemos conseguir los recursos necesarios para garantizar el derecho a aprender que cada uno de nosotros tiene.