La propuesta toma cuatro puntos esenciales para su desarrollo: Evaluar con sentido, aprender lo que nos interesa, cambiar la noción de espacio en el aula y el espíritu que habita en ella.
La maestra exploró maneras de acercar a los estudiantes a los libros y poderlas compartir con el mundo, una de ellas, a través de los recursos digitales.
Basado en la vivencia de valores y aspectos como espacio colaborativo, toma de decisiones, manejo de emociones y asertividad, esta estrategia fortalece las relaciones hacia una convivencia de crecimiento mutuo.
Esta experiencia incentivó el desarrollo de la creatividad, la imaginación y la innovación en los estudiantes por medio de la creación de objetos decorativos, instrumentos musicales, afiches y sillas, a partir de la utilización de residuos sólidos de reciclaje, involucrando los saberes de otras áreas del conocimiento.
En esta experiencia la maestra trabajó en el pensamiento matemático, el razonamiento cuantitativo, la abstracción, la comunicación, la modelación y el aprendizaje lógico de los estudiantes.
La propuesta de la maestra surge de la preocupación de que la mayoría de estudiantes entre 6 y 11°, mostraban desmotivación, desnutrición, pereza mental y poco compromiso, actitudes que los llevaba al fracaso escolar, por lo tanto, generó espacios para formar ciudadanos con sentido a la vida y constructores de un nuevo orden social.
Esta propuesta consiste en explotar la potencialidad innata de los jóvenes wayuu de crear e innovar con elementos de la naturaleza, desarrollando en ellos un espíritu investigativo a través de metodologías y técnicas de elaboración de los diversos objetos.