Se trata del ciclo vital de los niños de 0 a 6 años, en el que es prioritario reconocer las particularidades que distinguen el desarrollo infantil y que implica que quienes estén en interacción con ellos deben contribuir a la construcción de su identidad, acompañándolos en su proceso de inserción y construcción del mundo propio y social. Por consiguiente, la educación de la primera infancia significa reconocer a los niños en el ejercicio de sus derechos, saber de sus particularidades, intereses, gustos y necesidades, y atenderlos mediante las actividades que implican esos intereses en sus momentos particulares de desarrollo.
Así, el juego, la literatura, las diversas expresiones artísticas y la exploración del medio son actividades propias que caracterizan a la primera infancia, y en esa medida, el objetivo no es enseñar contenidos temáticos de la manera en que se hace en la básica primaria, o tratar al niño como alumno en situación escolar, sino desplegar diferentes oportunidades para potenciar su desarrollo de acuerdo con sus características, aprender desde las preguntas e intereses que surgen en su vida cotidiana y valorar sus saberes, así como sus formas de ser y estar en el mundo.
Este programa, que comprende un componente de educación inicial dentro de su estrategia de atención integral a la Primera Infancia, se convierte en política de Estado.
Dar alas a las palabras para que se desplieguen por la oración y vuelen a través de los textos para que los estudiantes comprendan la libertad del lenguaje.
En Bogotá se realizó el foro temático distrital sobre educación, en el cual especialistas en la materia sumaron ideas para mejorar la formación en la capital colombiana.
Aún puede inscribirse a este evento que se desarrollará en la Asociación de egresados Universidad de los Andes, Uniandinos, entre el 1 y 2 de abril de 2016.