La docencia como práctica social compleja y formal asume el importante encargo de configurar una especie de bisagra o punto de unión entre los seres humanos y la realidad.
Ser docente requiere una responsabilidad social y una multiplicación de compromiso para generar compromiso, apropiación del conocimiento y su proceso de aprendizaje.
Concibo al maestro como la encarnación del modelo de ser humano de una sociedad mejor. Él encarna todos los valores que quisiera ver reflejados en una mejor sociedad.