El reto de construir estilos de vida que sean realmente sostenibles exige una educación que promueva la creatividad, el pensamiento crítico y transformador del entorno.
En nuestras manos no solo tenemos un puñado de niños que atender, sino que ellos deben ser como los atletas: deben proyectarse, entrenar, rendir, competir, batir marcas y mejorarlas.