Llegarles a los y las jóvenes no es fácil. Ustedes, profesores y rectores lo saben muy bien. Sin importar cuánto y cómo se esfuerce el docente, muchas veces choca con un muro de indiferencia.
Logré vincular el aula y la comunidad rural a través de expediciones que marchaban tras la huella de la cultura local en tertulias de lectura que se convirtieron en lugares de encuentro entre los padres, los hijos, los textos y la escuela.