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Bogotá posiciona modelo educativo para preservar el legado cultural indígena

En los colegios son atendidos 1.100 niñas y niños pertenecientes a pueblos indígenas. Maestros y estudiantes compartieron los saberes y experiencias del modelo de educación flexible con enfoque diferencial.

Noviembre 27, 2016

Rituales, rogativas, arrullos y un conversatorio alrededor del significado de emprender procesos educativos con pueblos indígenas en el contexto de la ciudad de Bogotá, traducido simultáneamente en cinco lenguas indígenas, hicieron parte de la agenda de actividades del ‘Encuentro de intercambio de experiencias de aula para el fortalecimiento de la educación intercultural en las Instituciones Educativas del Distrito’, que se llevó a cabo el pasado 22 de noviembre.

Con el liderazgo de la Dirección de Inclusión e Integración de Poblaciones de la Secretaría de Educación, docentes, sabedores y apoyos culturales indígenas de los colegios La Arabia, Confederación Brisas del Diamante, Compartir Recuerdo, José Joaquín Martínez, Agustín Nieto Caballero, Panamericano y España, se dieron cita en la maloka del Jardín Botánico de Bogotá, paracompartir el legado cultural que le corresponderá preservar a las niñas, niños y jóvenes que actualmente se están formando en sus aulas.

De igual forma, propiciar reflexiones profundas sobre los retos que tienen las instituciones educativas como espacios dinámicos donde conviven las múltiples diferencias étnicas y de identidad de los estudiantes.

En los colegios oficiales del Distrito son atendidos integralmente 1.100 estudiantes pertenecientes a los pueblos indígenas amorua, arhuaco, awa, cofám, emberá katío, chamí, dodiva, eperara, inga, muisca y wounaan, a través de un modelo educativo flexible con enfoque diferencial étnico e intercultural.

Experiencias para una escuela diversa e incluyente

Los resultados de este modelo de educación con enfoque diferencial étnico e intercultural no podían ser mejores, como lo señala la profesora Nelly Mosquera, del colegio Agustín Nieto Caballero, pionero en el tema de inclusión tanto en la localidad de Los Mártires como en el Distrito.

“Trabajar con las comunidades es una experiencia maravillosa. Soy de Quibdó, Chocó, somos vecinos, compartimos parte de la historia, saberes, gastronomía, lo cual hace que sienta este amor tan profundo por ellos y, por lo mismo, estoy llamada a hacer mi aporte personal y desde la pedagogía”, comenta la profe.

Con las estrategias implementadas para trabajar la interculturalidad el ambiente que se respira en el Agustín Nieto Caballero es de sana convivencia, inclusivo y de mucho respeto por las diferentes culturas indígenas que han logrado posicionarse entre toda la comunidad educativa.

Según Nelly Mosquera, el proceso comenzó con la huerta escolar, como respuesta a las manifestaciones de los estudiantes de querer estar en contacto con la naturaleza y preservar sus prácticas culturales. Además, porque a través de la siembra podían olvidar por un momento los horrores de la guerra que de una u otra manera les había tocado vivir.

La estrategia se fortaleció con la invitación a la guardia indígena para hablar de paz con los niños y sus familias y, además, a través del Festival Delia Zapata Olivella, han tenido la oportunidad de darle visibilidad a esta población escolar.

“Nuestro propósito es trascender, derribar esas barreras de exclusión y mostrar lo que venimos haciendo para que otras personas se nos unan, nos hagan su aporte y nos ayuden para seguir fortaleciendo y compartiendo la experiencia que hoy en día se ha visto enriquecida con la llegada de los apoyos culturales”, sostiene Nelly Mosquera.

En este colegio de la localidad de Los Mártires, los estudiantes de los pueblos indígenas cuentan con un abecedario de consulta en emberá chamí y katío y avanzan en la creación de un mini diccionario que contiene las frases cotidianas y los valores que se refuerzan.

De igual forma, han desarrollado el decálogo ambiental, en las diferentes lenguas que se hablan en el colegio, como: español, inglés, emberá chamí y emberá katío, principal aporte de las maestras y los apoyos culturales para fortalecer el proceso pedagógico con los estudiantes.

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Jesús Samuel Orozco Tróchez
Gran Maestro Premio Compartir 2005
Senté las bases firmes para construir una nueva escuela rural donde antes solo había tierra árida y conocimientos perdidos.