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Cómo potenciar el aprendizaje al estudiar

Encerrarse por horas en una biblioteca no debe ser el único sinónimo de estudiar: salir, relacionarse con otros, dormir y descansar, también lo son. 

Marzo 2, 2017

El proceso de aprendizaje es un tema que los profesores y estudiantes no han considerado a cabalidad aún. Los deberes extraescolares que asignan los maestros y las supuestas técnicas para profundizar el conocimiento se hacen, en realidad, más por costumbre que por cualquier otra razón que sustente verdaderamente su efectividad. Ejemplo de esto, son los resúmenes: los maestros siguen la costumbre de asignar resúmenes a los estudiantes sin tener en cuenta que, según estudios cognitivos, estas no son estrategias efectivas para incrementar el aprendizaje.

Cuando hablamos de aprendizaje, es importante tener en cuenta que existen dos momentos clave durante este proceso: el enfoque y la dispersión. Generalmente, los maestros se enfocan más en la concentración y en la necesidad de estar estudiando, repasando y trabajando continuamente.

Terry Sejnowski, director del laboratorio neurobiológico del Instituto Salk, asegura: “El tiempo de ocio es mal visto o simplemente no contemplado dentro del aprendizaje”, sin embargo, este es un concepto errado que se tiene, ya que las relaciones sociales, dormir, descansar y despejar la mente haciendo otras actividades, es tan importante para el proceso de aprendizaje como lo es la etapa de concentración.

Comúnmente, los estudiantes que quieren brillar por su excelencia académica deciden pasar su tiempo libre en la biblioteca estudiando o leyendo, en lugar de socializar, e incluso, esta decisión suele ser celebrada por los maestros. Pero la investigación de Sejnowski arrojó resultados interesantes en cuanto al impacto que generan actividades como dormir y socializar en el proceso de aprendizaje de los estudiantes.

De acuerdo al estudio, la producción de neuronas aumenta y las conexiones se fortalecen por medio de las interacciones sociales, el ejercicio y los ambientes ricos y complejos que propicien el esparcimiento de la mente; esto no significa que correr y pasar tardes enteras charlando sea un método efectivo para el aprendizaje. Es necesario seguir los dos momentos que hacen parte del proceso de aprendizaje: primero enfocarse y después, dejar descansar la mente con actividades de esparcimiento.

El sueño es un factor clave para el estudio, pues permite al cerebro estructurar los conocimientos que se empezaron a adquirir en la etapa de concentración. De igual forma, por las noches, las células limpian las toxinas y las reparan para dejar el cerebro en funcionamiento. Muchas personas tienen la costumbre de pasar una noche entera estudiando algún tema específico con la certeza de que van a aprender de esa forma, aunque, Sejnowsky sostiene: “Pasar la noche en vela con el objetivo de estudiar genera el efecto contrario”.

Por otro lado, es importante considerar que durante el sueño se hacen importantes conexiones que sirven para la memorización. Una buena estrategia para la memoria es intentar soñar sobre lo que se estudió, no es con la intención que se logre pero si incrementa las posibilidades de aprender más efectivamente.

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María Del Rosario Cubides Reyes
Gran Maestra Premio Compartir 2006
Desarrollé una fórmula química que permitió a los alumnos combinar los elementos claves para fundir la ciencia con su vida cotidiana sin confundir los enlaces para su futuro.