Los maestros guían las rutas de aprendizaje

Durante el transcurso de los años, el rol del maestro ha venido cambiando; antiguamente, el maestro era simplemente la persona encargada de transmitir conocimiento a los alumnos, sin tener en cuenta los intereses o las necesidades de los mismos. Actualmente, los maestros desempeñan un rol de guías, no solo para brindar el conocimiento que los alumnos necesitan, sino también para reconocer y desarrollar las habilidades de cada alumno; asimismo, es el encargado de crear una ruta de aprendizaje para que el estudiante pueda convivir con los demás, aprenda a conocerse a sí mismo y guía al estudiante al momento de tomar decisiones. Entre otras cosas, ayuda al estudiante a desarrollar y a construir su “singularidad”.

Pero, ¿qué se entiende por “singularidad”? La singularidad de una persona hace referencia a esa independencia e individualidad que cada ser tiene; para que una persona reconozca y entienda que tiene una singularidad, es necesario que pase por ciertos procesos en su vida en donde deberá tomar decisiones, estas decisiones poco a poco harán que la persona se diferencie de los demás y en muchas ocasiones, es en ese momento de la toma de decisiones, donde el estudiante busca un guía y es allí donde el maestro entra en juego; en dichas circunstancias, el maestro hace que el estudiante se reconozca  a sí mismo y se reconozca como un sujeto social, así el estudiante se dará cuenta que él tiene un valor propio y tendrá una idea más clara de la realidad.

Para que este proceso sea posible es necesario que los estudiantes dejen de lado la “resistencia” a ser formados, tal como lo decía Philippe Meirieu en su libro “Frankenstein educador”; siempre se ha presentado una resistencia a la educación por parte de los estudiantes ya que ellos prefieren enfocarse en sus intereses, sin importar o tal vez sin pensar, que los temas que se ven en la escuela son necesarios para la vida. Sin embargo, actualmente se ve que los estudiantes prefieren acudir al maestro para recibir un consejo o una guía frente a alguna situación complicada de sus vidas, esto se debe a que el maestro se ha encargado de cambiar sus métodos y dejó de lado esa figura de autoridad que en muchas ocasiones lo único que causaba era temor y poco aprecio a la educación. Con esto, el maestro ha llegado a convertirse en un ejemplo a seguir y en una figura confiable para los estudiantes.

Para concluir, considero que los maestros que estamos en formación debemos ser conscientes que, en la actualidad, los estudiantes en muchas ocasiones carecen de una figura de autoridad, ya sea materna o paterna y, por ende, tienden a confiarnos sus problemas antes de contárselos a sus padres. Esto no quiere decir que nosotros vamos a ser responsables de ellos, pero sí podemos guiarlos por “el buen camino” y así ayudarles a que sean conscientes de las situaciones que se presentan cotidianamente y que puedan desarrollar una madurez e independencia al momento de tomar una decisión.