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Aprendizajes y retos de los colegios en concesión en Bogotá

Abril 22, 2018

 

El Distrito Capital ha avanzado en el propósito de lograr la universalización de la cobertura educativa. De acuerdo a la información de la Encuesta de Calidad de Vida del DANE, en 2016, el 98% de la población en edad escolar (5 a 16 años) asistía a algún establecimiento educativo.

Igualmente, para 2017, Bogotá ocupa actualmente la segunda posición entre las regiones con menor índice de deserción escolar del país y cuenta con la tasa de abandono más baja de los últimos años (2.08%), desde que se realiza la medición.

Una estrategia importante para alcanzar dichos resultados e impacto positivo en acceso y permanencia escolar es la relacionada con los colegios en concesión en la ciudad. La primera administración de Enrique Peñalosa (1998-2000), en desarrollo de la política de ampliación de cobertura con calidad, formuló e inició la estrategia de concesión educativa, que permitió ampliar la cobertura en zonas urbano marginales de la ciudad, al tiempo que se brindaba una mayor cantidad de tiempo dedicado al aprendizaje a través de la jornada única.

Los estudios y evaluaciones realizados a dicha estrategia en los últimos quince años demostraron que los objetivos de ese esquema se lograron: ampliación de cobertura para población vulnerable e impacto positivo en los indicadores de calidad.

Dicha innovación educativa, partiendo de la gestión pública y articulando los aprendizajes de organizaciones educativas sin ánimo de lucro, permitió llegar con educación de calidad a poblaciones pobres y contribuir en el largo plazo a la reducción de brechas educativas en la ciudad.

Además de los evidentes aportes en la vida de más de treinta mil niños y jóvenes que han sido atendidos anualmente, una de las contribuciones de la estrategia de la concesión educativa ha sido en términos de la gestión pública educativa en el largo plazo.

El origen de la estrategia fue la ciudad de Bogotá, pero posteriormente se convirtió en referente nacional que llegó a utilizarse en varias entidades territoriales y que llevó a su inclusión en la normatividad nacional.

De tal suerte, la estrategia no sólo se ha convertido en uno de los programas de continua evaluación en el país o a nivel internacional, sino que incidió en la generación de prácticas concretas de política educativa nacional.

Consciente de lo anterior, la Misión para la Equidad y Movilidad Social (DNP, 2014) mencionó en sus resultados que los colegios en concesión se habían constituido en una práctica exitosa de calidad, equidad y movilidad social en el país.

El actual Plan Distrital de Desarrollo “Bogotá Mejor para Todos”, retomó la importancia de la educación de calidad como mecanismo para lograr mejores condiciones de calidad de vida, como se señalaba en el primer gobierno del alcalde Enrique Peñalosa.

En dicho marco, en su programa de “Inclusión educativa para la equidad” se pretende reducir las brechas de desigualdad que afectan las condiciones de acceso y permanencia en la educación preescolar, primaria, secundaria y media de las distintas localidades y poblaciones del Distrito Capital, vinculando a la población desescolarizada al sistema educativo oficial, generando nuevos ambientes de aprendizaje e infraestructura educativa y mejorando la retención escolar con políticas de bienestar integral, en el marco de una educación inclusiva.

Una de las acciones para desarrollar dicho programa es fomentar las buenas prácticas de administración del servicio educativo. Considerando que los colegios en concesión demostraron excelentes resultados e impacto positivo en los indicadores de acceso, permanencia, calidad y clima escolar, se propuso garantizar la sostenibilidad de los colegios que venían en dicho esquema y ampliar su alcance con nuevas instituciones a construir en el periodo de gobierno.

Así, mediante acuerdo del Concejo Distrital número 645 de 2016, fue aprobado el Plan de Desarrollo para la Ciudad Bogotá Mejor para Todos 2016-2020. En él, fueron plasmadas las acciones y metas que el Alcalde Peñalosa incluyó en su programa de gobierno.

El Plan se estructura en tres pilares: i) Igualdad de calidad de vida ii) Democracia Urbana iii) Construcción de comunidad y cultura ciudadana, y cuatro ejes transversales: i) Un nuevo ordenamiento territorial ii) Calidad de vida urbana que promueva el desarrollo económico basado en el conocimiento iii) sostenibilidad ambiental basada en la eficiencia energética y el crecimiento compacto de la ciudad iv) gobierno legítimo, fortalecimiento local y eficiencia.

En el Pilar 1, Igualdad de calidad de vida, se establece el programa de Inclusión educativa para la equidad que tiene por objetivo de este programa es reducir las brechas de desigualdad que afectan las condiciones de acceso y permanencia escolar de las distintas localidades y poblaciones del Distrito Capital, en el marco de la garantía al derecho a la educación y sus condiciones de asequibilidad, accesibilidad, aceptabilidad y adaptabilidad.

 

Reseña: SED.

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Luis Fernando Burgos
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